Felipe Torrentí Salom
Todo el mundo sabe cómo se transmite el color de pelo de padres a hijos, ¿verdad? De acuerdo con las leyes mendelianas, el color de pelo viene determinado por un gen con dos alelos: uno rubio y uno castaño, siendo el segundo dominante sobre el primero. El pelo rojo, además, sería un carácter raro que requiere dos copias de un alelo en otro gen distinto. Esto es lo que nos enseñan en la escuela, al fin y al cabo.
Pues bien, eso no es así. Como en el caso del color de ojos (y, realmente, como en el caso de todos los aspectos de este mundo), la realidad de la herencia del color de pelo es más complicada.
Eumelanina y feomelanina
La pigmentación del pelo está muy relacionada con la pigmentación de la piel, siendo ambos aspectos determinados principalmente por la cantidad y distribución de melanina. Dos tipos de melanina, para ser exactos: eumelanina (de un color marrón-negro) y feomelanina (de un color amarillo o rojizo). De esta forma, con distintas proporciones de eumelanina y feomelanina se pueden formar todos los tintes del cabello:
- Mucha eumelanina, poca feomelanina: castaño, castaño oscuro, negro.
- Poca eumelanina, mucha feomelanina: pelirrojo o rubio, dependiendo del color de la feomelanina.
- Nada de eumelanina ni feomelanina: blanco.
La producción de estos pigmentos es un proceso complejo, pues ambos tipos de melanina son polímeros hechos de varias proteínas. La melanina, tanto en el pelo como en la piel, es fabricada por unas células llamadas melanocitos, en unas vesículas llamadas melanosomas. A diferencia del caso del ojo (donde la pigmentación también viene determinada por melanocitos), los melanosomas de la epidermis secretan su melanina a los queratinocitos adyacentes, que son las células formadoras del pelo. Todo este proceso requiere muchos pasos y, por lo tanto, es dependiente de la actividad de muchas proteínas diferentes (de síntesis, de transporte, de señalización, etc). Y esta actividad, por supuesto, es a su vez dependiente de los genes que codifican a las proteínas.
¿Qué genes controlan la pigmentación?
Sorprendentemente, hasta hace poco no se sabía demasiado sobre los genes que controlan la producción de melanina. Se conocían 6 (MC1R, TYR, OCA2, SLC24A5, MATP Y ASIP) y recientemente se han identificado 17 más (DTNBP1, GPR143, HPS3, KITGL, MLPH, MYO5A, MYO7A, SLC45A2, TYRP1, ERCC6, GNAS, HERC2, IRF4, OBSCN, SKC24A5, TPNC2 y MITF), todos ellos relacionados directa o indirectamente con el proceso de formación y distribución de la melanina. Como son tantos genes distintos, si contamos todas las alteraciones posibles se pueden producir muchísimas variantes de color diferentes. Por eso hay tantos niveles de pelo castaño, por ejemplo.
De todos estos genes el mejor descrito es MC1R. Este gen codifica una proteína transmembrana, el receptor 1 de melanocortina, que señaliza a la célula para que aumente el ratio eumelanina/feomelanina. Su región codificante es muy polimórfica, y explica variaciones en cuanto el pelo rojo, pecas y sensibilidad a la radiación solar.
Otros genes relevantes son OCA2 y HERC2. Estos son, respectivamente, una región que codifica para una proteína P que está involucrada en la maduración de los melanosomas y una región que controla la actividad de la primera.
Más allá de los genes
La genética no es lo único que influye en el color de pelo y piel, por supuesto. Otros factores incluyen, por ejemplo, el sexo (las mujeres tienden a ser más pálidas que los hombres) o la edad.
El color de pelo varía a lo largo de la vida del individuo: muchas personas son rubias cuando son niños y se vuelven morenas en la adolescencia, momento en el que ciertos genes se activan y cambia la composición de proteínas. Además, el pelo se suele volver blanquecino durante la vejez al atrofiarse el sistema de producción de melanina.
La localización del pelo también influye en la pigmentación, pues diferentes regiones corporales están programadas para contener diferentes cantidades de melanocitos: por ejemplo, nunca hay tanta melanina en la parte interior del brazo como hay en el dorso. La concentración de melanina también aumenta en regiones que están mucho tiempo expuestas a radiación ultravioleta (que es lo que se conoce como “ponerse moreno”).
Por último, hay que hacer notar que la cantidad de melanina no es el único factor del que depende el color de la piel: la hemoglobina de los glóbulos rojos de los vasos sanguíneos superficiales y, en mucho menor grado, los carotenoides derivados de la dieta también influyen. Incluso el tamaño de los melanosomas y su concentración de melanina pueden causar variaciones en el color de piel, pues alteran la refracción de la luz.
Predecir el color de pelo
Hoy en día el color de ojos se puede predecir casi con exactitud dependiendo del genotipo, y se ha considerado usar como posible marcador de identidad en medicina forense. El color de piel y pelo, sin embargo, al ser un factor que depende de tantas variables diferentes, está lejos de ser así de predecible.
Sin embargo, eso no significa que no se esté intentando. Un artículo del investigador polaco Wojciech Branicki ya describe un modelo experimental que utiliza 11 genes diferentes para predecir pelo rojo, negro, marrón y rubio en el 80-90% de los sujetos estudiados. Si seguimos por este camino, a lo mejor en el futuro se podrá llegar a predecir el color de pelo que tendrán tus hijos.
Fuentes
- Is hair color determined by genetics?: https://ghr.nlm.nih.gov/primer/traits/haircolor
- Jonathan L. Rees (2003). Genetics of hair and skin color. Annual Reviews of Genetics 37. Pp. 67-90
- Jiali Han et al (2008). A Genome-Wide Association Study Identifies Novel Alleles Associated with Hair Color and Skin Pigmentation. PLoS Genetics 4 (5)
[gap height=»50px»]
[gap height=»50px»]
[products ids=»59956,57150,203″ columns=»3″]
[button text=»VER MÁS CURSOS» color=»success» radius=»10″ expand=»true» link=»https://genotipia.com/cursos-de-genetica-y-genomica/?utm_source=BLHerenciaColorPelo&utm_medium=BLHerenciaColorPelo&utm_campaign=BLHerenciaColorPelo» target=»_blank»]
[gap height=»50px»]