Alba Chofre, Genotipia
¡Hola a todos y a todas!
Hoy vamos a conocer a un miembro más de la gran familia de las enfermedades raras, el Síndrome de Joubert.
¿Qué es?
El Síndrome de Joubert es un trastorno congénito que se caracteriza por la presencia de un conjunto de malformaciones cerebrales, concretamente en el tronco encefálico y en una parte del cerebelo denominada vermis. Se estima que entre 1 de cada 80.000 y 1 de cada 100.000 personas nace con el síndrome.
Causas
Hasta ahora se han identificado más de 30 genes relacionados con la enfermedad. Estos genes codifican para proteínas de los cilios primarios, orgánulos que emergen de la superficie celular como “pelos” microscópicos y que, a diferencia de otros tipos de cilios, son inmóviles. Los cilios juegan un papel importante en la detección de señales químicas y mecánicas, pero también en el desarrollo y función de muchos tipos celulares, como es el caso de las neuronas. Por ello, si existen mutaciones en alguno de los genes implicados, los cilios primarios presentarán defectos que los hacen no funcionales, por lo que el desarrollo celular se verá comprometido.
El hecho de que tantos genes estén asociados al mismo fenotipo le da al Síndrome de Joubert la característica de heterogeneidad alélica. Se produce cuando diferentes mutaciones causadas en genes situados en diferentes posiciones cromosómicas dan lugar al mismo fenotipo.
Patrón de herencia
En cuanto al patrón de herencia del Síndrome de Joubert, en la mayoría de casos es autosómico recesivo, lo que quiere decir que el gen mutado responsable de la enfermedad se ubica en cualquiera de los autosomas (22 cromosomas no sexuales), y que es necesario que las dos copias del gen estén alteradas para que se exprese la enfermedad.
En los casos más inusuales, la enfermedad también es recesiva, pero está ligada al cromosoma sexual X. ¿Esto qué quiere decir? Bien, significa que las personas de sexo masculino tienen más probabilidad de manifestar la enfermedad porque solo tienen un cromosoma X, por lo que al heredar la mutación tendrán la enfermedad. En cambio, si las personas de sexo femenino únicamente heredaran la mutación de uno de los padres, podrían ser portadoras (porque tienen dos cromosomas X), opción que no existe para el sexo masculino.
Síntomas
Cuando un niño o niña nace con el Síndrome de Joubert, comienza a tener episodios de respiración irregular de forma muy temprana. Poco después se suele observar que su tono muscular es débil (hipotonía), lo que desembocará con el tiempo en una mala coordinación de los movimientos. Sufren un retraso en el desarrollo motor e intelectual, aunque la severidad de ambos depende mucho del caso. Además, poseen unos rasgos faciales característicos: cabeza grande, frente ancha, ojos separados, párpados caídos y boca abierta, entre otros.
Diagnóstico
El diagnóstico de este trastorno se basa, aparte del reconocimiento de signos y síntomas observables de forma externa, en la realización de resonancias magnéticas donde aparezca el “signo del diente molar” en las imágenes cerebrales. La obtención de estas imágenes cerebrales es crucial en el diagnóstico, ya que el «signo del diente molar» es característico en personas con el Síndrome de Joubert.
También se emplean estudios previos en familiares y análisis genéticos para identificar la mutación responsable de la enfermedad, aunque estos últimos no son comunes debido a que son pocos los laboratorios que los realizan.
Tratamiento
Los tratamientos disponibles son siempre paliativos, puesto que el Síndrome de Joubert es incurable. Suelen dirigirse a terapias para mejorar aspectos como el habla y el movimiento. También se requiere de educación especializada para poder evaluar los aspectos cognitivos y conductuales de los pacientes.
Referencias: