Rubén Megía González. Genotipia
¡Hola GenoLovers! Hoy vengo a contaros la historia de la primera persona que fecundó un óvulo humano in vitro. Así es, hablo de Miriam Friedman Menkin, científica estadounidense de origen letón cuyo trabajo contribuyó significativamente en el desarrollo de las técnicas de fecundación in vitro, tal y como las conocemos hoy en día.
Infancia y primeros años de formación
La pequeña Miriam Friedman nació el 8 de agosto de 1901 en Riga, actual capital de Letonia, que en ese momento formaba parte del Imperio Ruso. Sin embargo, su estancia en Riga no fue demasiado extensa. Y es que, cuando Miriam todavía era un bebé, su familia se mudó a Nueva York, donde su padre comenzó a ejercer como médico. Eso permitió a los Friedman llevar una vida tranquila y asegurar la formación de la pequeña Miriam.
En Nueva York, Miriam Friedman comenzó sus estudios en Histología y Anatomía comparada en la Universidad de Cornell. A los 20 años de edad, Friedman se graduó en esta universidad y comenzó una maestría en Genética en la Universidad de Columbia, cuyo título obtendría un año más tarde. A partir de entonces, Miriam trató de seguir los pasos de su padre e intentó inscribirse a un doctorado en varias Facultades de Medicina sin éxito. En ese momento, acceder a este tipo de estudios era extremadamente difícil para una mujer.
Poco después de obtener su maestría, a los 22 años, Miriam Friedman contrajo matrimonio con Valy Menkin, un estudiante de medicina de origen ruso, y adquirió su apellido. En ese entonces, Miriam seguía pensando en obtener un doctorado en Medicina, pero, puesto que su marido estaba todavía estudiando, necesitaba conseguir una fuente de ingresos rápidamente para poder subsistir. Por eso, hizo un curso de secretariado en la Universidad Simmons, en Boston. Mientras tanto, aprovechó para ayudar a su marido en sus experimentos y aprendió algunas nociones de embriología y bacteriología.
La vuelta al laboratorio de Miriam Friedman
Aunque Miriam Friedman Menkin no dejó de formarse e investigar por su cuenta, no fue hasta 1930 que consiguió retomar su carrera científica. En ese año, Miriam consiguió un puesto como investigadora en la Facultad de Medicina de Harvard, que mantuvo hasta 1935. Después, Friedman comenzó a trabajar en esa misma universidad con el biólogo Gregory Pincus, a quién había conocido años antes mientras ayudaba a su marido Valy con sus trabajos.
En el laboratorio de Gregory Pincus, Miriam se dedicaba a preparar soluciones para propiciar la ovulación en conejos. En ese momento, Pincus buscaba desarrollar un método para crear conejos por partenogénesis, es decir, a partir de un óvulo sin fecundar. Los resultados de los experimentos de Pincus no fueron fructíferos, lo que le llevó a abandonar Harvard en 1937 y dejó a Miriam sin empleo.
El primer óvulo fecundado in vitro
Poco después de quedarse sin empleo, Miriam solicitó un puesto como investigadora en el laboratorio de John Rock, en el Free Hospital for Women de Boston. Rock conocía los trabajos de Friedman y Pincus y necesitaba alguien que tuviese experiencia trabajando con óvulos para supervisar el trabajo de su laboratorio, por lo que contrató a Miriam en 1938.
Durante su estancia en el laboratorio de Rock, Miriam trató de fecundar óvulos in vitro en diversas ocasiones. Cada miércoles, Friedman mezclaba espermatozoides con óvulos extraídos de pacientes a las que se les tenía que realizar una histerectomía, y los observaba durante la semana para ver si la fecundación se había producido con éxito. Sin embargo, ninguno de los experimentos llegó a buen término, pese a que la investigadora probó con diferentes estrategias. O al menos, así fue hasta febrero de 1944.
En febrero de 1944. Miriam Friedman recibió un óvulo de una mujer que se había sometido a una histerectomía y, como siempre, trató de fecundarlo con una muestra de semen. Por ese entonces, Miriam dejaba interaccionar el óvulo con los espermatozoides durante 30 minutos, pero en esta ocasión, algo fue diferente. La investigadora estaba particularmente cansada, debido a que había dormido mal esa noche por su hija Lucy, por lo que se despistó y descuidó el tiempo de espera. A final de esa misma semana, Miriam observó que el óvulo se había fecundado y ya había comenzado la división celular. ¡Exacto, se trataba de la primera fecundación humana in vitro de toda la historia!
Tras su primer éxito, Friedman consiguió repetir la fecundación in vitro en tres ocasiones más y logró documentarlo con fotografías, pero ninguno de los óvulos fecundados lograba sobrevivir tras las primeras divisiones celulares.
La vida tras el “debut” en el panorama científico
Los trabajos de Friedman fueron publicados en agosto de 1944 en la revista Science y fueron acogidos, por lo general, como un avance positivo con potencial para ayudar a las parejas con problemas de fertilidad. Miriam planeaba continuar sus estudios con Rock, lo que podría haberla convertido en una científica de referencia en la época. Sin embargo, el trabajo de Friedman se vio interrumpido por el traslado de su marido a Carolina del Norte, desde donde la investigadora no pudo continuar sus trabajos en fecundación in vitro. Aunque Friedman mantuvo el contacto con sus colegas de Boston, Rock no consiguió volver a fertilizar un óvulo in vitro sin la ayuda de la científica.
En 1949, tras años de maltrato psicológico y varias amenazas de agresión, Miriam se separó de su marido y quedó a cargo de sus hijos. La científica continuó viviendo en Carolina del Norte un tiempo, trabajando en lo que podía, para poder mantener a sus dos hijos, Gabriel y Lucy. Durante este periodo, Miriam rechazó varias ofertas no remuneradas para investigar en diferentes laboratorios, ya que no podía permitírselo económicamente.
Poco tiempo después de su separación, Miriam Friedman volvió a Boston, donde se reunió con John Rock en su laboratorio. Allí, la científica pretendía volver a retomar sus estudios en fertilización in vitro, pero el panorama científico había cambiado significativamente en cuanto a reproducción humana. Los laboratorios que, hasta ese entonces, habían intentado desarrollar técnicas para ayudar a las parejas con problemas de infertilidad, ahora dedicaban sus esfuerzos a desarrollar métodos anticonceptivos.
Miriam dedicó el resto de su vida a la investigación, y continuó colaborando con Rock en su laboratorio, pero no volvió a poder trabajar a tiempo completo en fecundación in vitro. Pese a que llegó a estar nominada junto a Rock para recibir el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1951, como reconocimiento a sus importantes trabajos en reproducción in vitro, su nombre no volvió a mencionarse en demasiadas ocasiones tras su “debut” de los años 50.
Miriam Friedman murió el 8 de junio de 1992 en Boston, a los 91 años de edad. Nunca llegó a convertirse en doctora en Medicina como su padre, pues, aunque consiguió reunir los requisitos para obtener el título en varias ocasiones, no podía afrontar las tasas para conseguirlo. Pese a todo, sus trabajos marcaron un antes y un después en el desarrollo de las técnicas de fecundación asistida, que años más tarde permitirían el nacimiento del primer bebé obtenido a través de una fecundación in vitro.
Ahora, todos nos preguntamos hasta dónde habría podido llegar Miriam Friedman si sus condiciones hubiesen sido mejores. Si su ex-marido Valy no la hubiese apartado de sus investigaciones en Boston o si hubiese tenido el dinero suficiente como para haberse podido permitir trabajar sin remuneración en Carolina del Norte. Nunca sabremos qué hubiese pasado con Miriam, pero, siempre será conocida como la primera persona que consiguió fecundar un óvulo in vitro en toda la Historia de la Humanidad.
Enlaces de interés:
Miriam Friedman Menkin o el comienzo de una nueva era reproductiva. Mujeres Con Ciencia: https://mujeresconciencia.com/2022/06/16/miriam-friedman-menkin-o-el-comienzo-de-una-nueva-era-reproductiva/
Miriam Menkin, la cientíica que cambió la fertilidad humana para siempre (y qué tuvo que ver una siesta en ello). BBC News. https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-51092602
Rock J, Menkin MF. IN VITRO FERTILIZATION AND CLEAVAGE OF HUMAN OVARIAN EGGS. Science. 1944 Aug 4;100(2588):105-7. doi: 10.1126/science.100.2588.105