Rosario García
Recordareis que, en un post anterior, hablamos de las posibles trisomías que pueden ocurrir en el ser humano. También sabemos que, con excepciones, no suele ser lo más común que individuos afectados por alguna de esas trisomías lleguen a la vida adulta. Hoy, hablaremos de un caso aún más inusual: las tetrasomías, o qué ocurre cuando hay, no sólo un cromosoma extra, sino dos.
¿Tetrasomía?
Como ya se ha explicado en otros posts, los individuos de la especie humana tenemos 23 pares de cromosomas en cada una de nuestras células, incluyendo los cromosomas sexuales, es decir, 46 cromosomas en total. Sin embargo, a causa de ciertos errores que pueden ocurrir durante la formación de los óvulos o de los espermatozoides, es posible que un individuo tenga 48 cromosomas en vez de 46. Los 48 cromosomas pueden encontrase en todas las células del individuo, o, como ocurre generalmente, solo en algunas de sus células (estas personas son mosaicos).
En una tetrasomía ocurre que los dos cromosomas adicionales son copias o duplicaciones de los cromosomas de una pareja ya preexistente, de modo que hay cuatro cromosomas del mismo tipo.
Síndrome XXXX
Únicamente se han recopilado unos 40 casos del Síndrome XXXX en la literatura científica. Este síndrome consiste en la herencia de dos cromosomas X extra en mujeres, de forma que tienen 4 cromosomas X y 48 cromosomas en total.
Los dos cromosomas X extra se heredan normalmente por un defecto en la formación de los gametos maternos (óvulos), de forma que se produce un óvulo que tiene tres cromosomas X en vez de uno. A los tres cromosomas X aportados por la madre se les suma otro cromosoma X que proviene del espermatozoide, así al sumarlos dan los cuatro cromosomas X.
En una persona con sus correspondientes dos cromosomas X (XX) se produce la inactivación al azar de uno de ellos. Este proceso de inactivación sucede como una forma de compensar la dosis de la expresión de los genes del cromosoma X, ya que dos X activos darían el doble de expresión génica que un solo cromosoma X en una pareja XY.
El cromosoma que se inactiva se puede observar al microscopio óptico en algunos glóbulos blancos de la sangre, ya que cuando se inactiva, se condensa formando una “pelota.”. La “pelota” que forma el cromosoma X inactivado es el Corpúsculo de Barr.
¿Qué ocurre entonces en las personas con Síndrome XXXX? Estas personas, en vez de tener un único corpúsculo de Barr, tienen tres. Los tres corpúsculos que presentan corresponden a los tres cromosomas X inactivados, seleccionados al azar para sufrir esta inactivación. Es por esta razón que el fenotipo no se ve demasiado afectado en las personas que presentan más de dos cromosomas X, puesto que el fenotipo sigue correspondiendo a la expresión de los genes de solo uno de los cromosomas X.
Los síntomas que pueden presentar las afectadas por el Síndrome XXXX varían de unas a otras, pero normalmente su gravedad es leve o moderada. Estos síntomas son muy parecidos a los que se dan en mujeres con la trisomía X, y consisten principalmente afecciones faciales (mayor separación entre los ojos, puente nasal plano, forma del párpado algo caída) y retrasos en el desarrollo, como dificultad en el aprendizaje y comenzar a hablar en edad más tardía. Se han descrito otros síntomas asociados pero no tan generales, como lo son ciertos defectos cardíacos, disfunción ovárica, o hipotonía.
Por otro lado, también se han descrito, en menor número, casos de Pentasomías del cromosoma X, es decir, mujeres con cinco X (XXXXX) en vez de dos. Así, su genoma incluye 49 cromosomas y forman 4 corpúsculos de Barr en sus células. De este síndrome hay aún menos casos descritos que del anterior y sus síntomas tienden a ser más graves. Además de los síntomas compartidos con la tetrasomía, este síndrome incluye otros síntomas como microcefalia, mandíbula reducida, malformaciones del oído, o manos y pies pequeños.
Cabe añadir que 1 de cada 18 000-40 000 niños nacidos vivos presenta el Síndrome XXYY, caracterizado por la presencia de una pareja de cromosomas XY adicional. Los cromosomas extra aparecen por mutación de novo o por errores en la formación de los gametos. El Síndrome XXYY abarca síntomas tales como déficits en el aprendizaje, ADHD, escoliosis, alta estatura, hipotonía, pies planos, esterilidad (debida a una menor cantidad de testosterona y/o a que los testículos no descienden al escroto) y desórdenes dentro del espectro autista.
Síndrome del ojo de gato
El Síndrome del ojo de gato se produce por la aparición de dos cromosomas 22 adicionales (Tetrasomía 22). Este síndrome afecta a entre 1/50 000 y 1/150 000 nacidos vivos.
La presencia de estos cromosomas 22 adicionales suele ser por una mutación de novo que sucede en los gametos de los progenitores. Es un fenómeno muy raro que estos cromosomas 22 extra se encuentren completos en todas las células del individuo. Es decir, la tetrasomía suele encontrarse en mosaico (presente en algunas células del organismo, pero no en todas) o consiste en una tetrasomía parcial, en la que lo que se encuentra por cuadruplicado es el brazo largo de los cromosomas 22.
Algunos de los síntomas que pueden presentarse en el Síndrome del ojo de gato son: malformación de las orejas (pabellón auricular y canal auditivo), atresia anal (ausencia del orificio anal y/o del recto), malformaciones y anomalías de los riñones, ojos anormalmente pequeños, ausencia total o parcial del iris, coloboma, cataratas, mandíbula pequeña, malformaciones cardiacas, cierto déficit intelectual, etc.
El nombre de “ojo de gato” se debe a uno de los síntomas, el coloboma. Un coloboma consiste en un “agujero” en el iris (o en la retina, o en el coroides) que da la apariencia de que la pupila sea deforme, y en ocasiones, puede presentar forma ovalada, similar a la de un gato.
Síndrome de Pallister-Killian
Este síndrome se debe a la presencia de dos brazos pequeños extra del cromosoma 12, en mosaico y está limitada a uno o pocos tejidos. Además, suele darse de manera esporádica y transmitirse por vía materna (por problemas en la formación de los gametos y una mutación de novo en ellos). Se estima que la incidencia es de 1 cada 5 millones de nacidos vivos.
En el Síndrome de Pallister-Killian, los signos y síntomas más frecuentes son el déficit intelectual grave, sordera, convulsiones y algunas anomalías pigmentarias de la piel. Por otro lado, otros síntomas posibles, pero menos comunes a todos los afectados, son: hipotonía, anomalías cráneo-faciales, uñas pequeñas o poco desarrolladas, acortamiento de las extremidades, distancia aumentada entre los ojos y malformaciones del diafragma, anales y cardíacas, etc.
Para los afectados por el Síndrome de Pallister-Killian el pronóstico suele ser bastante negativo, ya que se produce un gran número de muertes antes de nacer o en el momento del nacimiento de niños afectados. Además, los síntomas se acentúan y acrecientan con la edad, aunque, en el caso de los individuos con poco mosaicismo, los síntomas tienden a ser menos graves.
Tetrasomía 9p
La Tetrasomía 9p es una alteración cromosómica que se suele producir en mosaico, aunque, también se han registrado algunos pocos casos de Tetrasomía 9p pura. Por otro lado, esta tetrasomía no implica el cromosoma entero sino sólo una porción del brazo corto del cromosoma 9.
Adicionalmente, el tejido que más suele presentar el mosaicismo es la sangre periférica, pues soporta mejor la carga cromosómica extra que otros tejidos.
Como en los síndromes mencionados anteriormente, la presencia de los brazos extra del cromosoma se producen por errores durante la formación de los gametos de los progenitores.
Parece ser que la Tetrasomía 9p es más grave cuantas más células y tejidos hay afectados en el mosaico, siendo los afectados en mosaico un 30% del total de individuos que padecen el síndrome. De este modo, los individuos más afectados son aquellos que presentan la Tetrasomía 9p pura.
Los síntomas que pueden presentar los afectados por la Tetrasomía 9p son diversos y afectan a diversas partes del organismo. Algunos de estos síntomas son: anomalías en el paladar, urogenitales, esqueléticas, del sistema nervioso central, en las articulaciones y en los dedos, hipotonía, déficit intelectual, malformaciones del pabellón auricular, retraso del desarrollo, defectos cardiacos, cuello corto, mandíbula pequeña, nariz amplia, bulbosa y puntiaguda, hipotonía y piel redundante en el cuello.
Tetrasomía 18p2
La Tetrasomía 18p2 ocurre si ambos cromosomas 18 se convierten en isocromosomas. Este proceso sucede en ocasiones muy poco frecuentes, y es debido a una duplicación esporádica del brazo corto del cromosoma 18.
Pero, ¿qué es un isocromosoma? Un isocromosoma es un cromosoma que pierde uno de sus brazos y duplica su otro brazo. Al producirse esta duplicación, la apariencia del isocromosoma es la misma que la de un cromosoma normal, pero en el que sus dos brazos son idénticos.
La prevalencia en Europa de la Tetrasomía 18p2 se estima en 1 afectado de cada 180 000 nacidos vivos.
Este síndrome provoca un retraso del crecimiento, déficit intelectual, malformaciones renales y craneofaciales.
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Aunque no lo hayamos mencionado, todos estos desórdenes cromosómicos (tanto las trisomías como las tetrasomías, en mosaico o puras) pueden detectarse mediante pruebas genéticas y de diagnóstico adecuadas. Así, es recomendable que en caso de cualquier sospecha sobre la afectación del individuo, se realicen estas pruebas, para poder recibir consejo y asesoramiento genético temprano con el que facilitar la planificación familiar. Este diagnóstico temprano puede ser crucial para la mejora de la calidad de vida de los afectados e, incluso, la reducción del grado de afección de algunos de los síntomas.
¡Nos vemos en otro post!
Referencias
FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras). Tetrasomía 9p.