Rubén Megía González
Todos los cinéfilos que os pasáis por este blog de vez en cuando seguramente conoceréis la película “El Protegido” (“Unbreakable” en inglés) protagonizada por Bruce Willis y Samuel L. Jackson. En esta película se nos presentan dos personajes: David Dunn (Bruce Willis), un hombre “irrompible” que bien podría haber sido sacado de las películas de X-Men, y Elijah Price (Samuel L. Jackson), un hombre afroamericano que sufre osteogénesis imperfecta de tipo I.
Unbreakable, del director de cine M. Night Shyamalan.
Es posible que “osteogénesis imperfecta” no sea un término conocido para vosotros, así que os la mencionaré con otro nombre más común: enfermedad de los huesos de cristal.
Como probablemente sepáis, la enfermedad de los huesos de cristal es un conjunto de enfermedades genéticas cuyo síntoma principal es la baja densidad ósea. Esta baja densidad en el hueso conlleva un alto riesgo de fractura ósea.
Existen 8 tipos diferentes de osteogénesis imperfecta y, de forma conjunta, afectan a aproximadamente 6-7 personas de cada 100.000 en todo el mundo. Aunque todas son enfermedades autosómicas, cada tipo tiene un modo de herencia distinto (dominante o recesivo). Comentaremos los 8 tipos diferentes a continuación:
Osteogénesis imperfecta de tipo I
Este tipo de osteogénesis imperfecta es el que presenta el personaje protagonizado por Samuel L. Jackson, Elijah Price. Se trata de una enfermedad autosómica dominante causada por una mutación en el gen COL1A1. Además de la osteoporosis típica de la osteogénesis imperfecta, en los pacientes que sufren esta patología se observa una pérdida de audición prematura. Además, algunos pacientes presentan dentinogénesis imperfecta, un trastorno en la formación de la estructura de los dientes. Este tipo de osteogénesis imperfecta se conoce también como síndrome de Ekman-Lobstein, síndrome de Adair-Dighton o síndrome de Van der Hoeve.
Osteogénesis imperfecta de tipo II (Enfermedad de Vrolik)
La enfermedad de Vrolik es el tipo más grave de osteogénesis imperfecta. Está causada por mutaciones en los genes COL1A1 y COL1A2 y produce la muerte en el parto o durante la lactancia. Se trata de una enfermedad autosómica recesiva, al contrario que en el síndrome de Ekman Lobstein (tipo I).
Osteogénesis imperfecta de tipo III
La osteogénesis imperfecta de tipo III es una enfermedad causada por mutaciones en COL1A1 y COL1A2 de herencia autosómica recesiva que se caracteriza por una fragilidad ósea intensa. Esta fragilidad da lugar a fracturas y, por consiguiente, deformidades. Se produce también un retraso del crecimiento del hueso, por lo que los individuos con esta enfermedad tienen una talla más pequeña. Además del retraso del crecimiento, estos individuos presentan algunas otras alteraciones como la cifoescoliosis (desviación de la columna vertebral).
Osteogénesis imperfecta de tipo IV
Este tipo de osteogénesis imperfecta es ligeramente más grave que la de tipo I, afectando juntas a aproximadamente 5 de cada 100.000 individuos (71% de todos los casos de osteogénesis imperfecta). Se trata de una enfermedad autosómica dominante causada por mutaciones en los genes COL1A1 y COL1A2 y conlleva fragilidad ósea, deformidad en los huesos largos y, en ocasiones, dentinogénesis imperfecta.
Osteogénesis imperfecta de tipo V
Este tipo de osteogénesis imperfecta, a diferencia las anteriores, se produce por mutaciones en el gen IFITM5. Es una patología similar a la osteogénesis imperfecta de tipo IV, pero conlleva la formación de callos en diferentes huesos. Además, se produce una calcificación la membrana que une los huesos radio y cubito, dificultando los movimientos de rotación del antebrazo (pronosupinación). Es una patología autosómica dominante.
Osteogénesis imperfecta de tipo VI
Esta patología se produce por mutaciones en el gen SERPINF1 y es autosómica recesiva. En este caso no hay dentinogénesis imperfecta, pero se llegan a producir fracturas vertebrales y, por consiguiente, desviaciones en la columna.
Osteogénesis imperfecta de tipo VII y VIII
Tanto la osteogénesis imperfecta de tipo VII como la de tipo VIII pueden llegar a ser letales en el periodo perinatal, aunque existen casos severos no letales. Mientras que la de tipo VII está causada por mutaciones en el gen CRTAP, la de tipo VIII está causada por mutaciones en el gen P3H1. Ambas son autosómicas recesivas.
UN VISTAZO A LOS GENES IMPLICADOS
Ahora que conocemos todos los tipos, veamos los genes implicados más importantes (COL1A1 y COL1A2) y su función.
COL1A1 y COL1A2
Gen COL1A1
El gen COL1A1, ubicado en el cromosoma 17, codifica para un componente del colágeno tipo I (específicamente la cadena pro-α1). La cadena pro-α2 está codificada en el gen COL1A2, que se encuentra en el cromosoma 7. Las proteínas de la familia del colágeno son esenciales para reforzar y mantener diferentes tejidos de nuestro organismo. Esto explicaría su implicación en la osteogénesis imperfecta, ya que la ausencia de colágeno de tipo I conlleva una debilitación del tejido óseo.
Gen COL1A2
TRATAMIENTOS
Actualmente no existe una cura para el síndrome de huesos de cristal, pero sí existen tratamientos para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren esta patología..
Aunque aún se están desarrollando medicamentos más eficaces, actualmente se trata a los pacientes con bisfosfonatos. Los bisfosfonatos son fármacos muy utilizados para combatir enfermedades relacionadas con la densidad ósea como el síndrome del hueso hambriento o problemas en la paratiroides. Además, en los últimos años se ha empezado a utilizar el fármaco “denosumab”, un anticuerpo monoclonal utilizado anteriormente en pacientes con osteoporosis.
En casos más graves de osteogénesis imperfecta, se realizan intervenciones quirúrgicas en las que se procede a un enclavado de las estructuras óseas. La colocación de clavos en los huesos disminuye su fragilidad, impidiendo las malformaciones que puedan darse debidas a diferentes fracturas.
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