Actualmente, los profesionales del área de Neurología combinan el análisis clínico con las nuevas tecnologías de diagnóstico genético para identificar la causa de enfermedades neurológicas como el Párkinson, las ataxias o las epilepsias. No obstante, y pese a los avances en la identificación de mutaciones, la gran heterogeneidad genética y fenotípica de las enfermedades neurológicas hace que el proceso diagnóstico no siempre sea lineal.
En este post, exploraremos cómo es el diagnóstico genético en el área de Neurología y cómo se elaboran sus hipótesis clínicas y moleculares. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
El diagnóstico genético en neurología
Las enfermedades neurológicas abarcan un amplio espectro de trastornos, que incluye las enfermedades neurodegenerativas, epilepsias, neuropatías, miopatías y leucodistrofias entre otras. Los principales retos para el diagnóstico de estas enfermedades es que se manifiestan clínicamente de formas muy diferentes y que su sintomatología puede incluso solaparse. En este contexto, el diagnóstico genético puede ser una pieza clave para definir la enfermedad neurológica de cada paciente y ofrecerle un tratamiento adaptado a sus necesidades.
No obstante, el diagnóstico genético tiene sus propias limitaciones dentro del área de neurología. Y es que, debido a factores como la expresividad variable o la penetrancia incompleta, existe una gran variabilidad en la expresión fenotípica de las enfermedades neurológicas. Es decir, una misma mutación puede provocar manifestaciones clínicas significativamente diferentes en dos pacientes diferentes. Por este motivo, el diagnóstico genético debe ir acompañado del estudio clínico del paciente.
Uno de los aspectos clave en el estudio clínico de los pacientes es el análisis topográfico. Dependiendo de la región afectada en el sistema nervioso, se pueden establecer hipótesis clínicas que guíen la búsqueda genética. Por ejemplo, la afectación de la sustancia blanca sugiere una leucodistrofia, mientras que los trastornos del movimiento pueden estar vinculados a disfunción de los ganglios basales
Formulación de hipótesis en neurogenética
El primer paso en el diagnóstico de enfermedades neurológicas con sospecha genética es la formulación de una hipótesis clínica sólida. Para ello, es necesario:
- Identificar signos y síntomas clave: diferenciar entre fenotipos simples (afectación de una única zona del sistema nervioso) y fenotipos complejos (afección multisistémica con solapamiento de síntomas).
- Determinar la edad de inicio y evolución: las enfermedades neurológicas de origen genético pueden manifestarse en la infancia, la adolescencia o la edad adulta, con progresión lenta o rápida.
- Evaluar el patrón de herencia: los antecedentes familiares pueden indicar una herencia autosómica dominante, recesiva, ligada al X o mitocondrial.
- Realizar estudios complementarios: Pruebas de neuroimagen, electromiografía y análisis metabólicos pueden aportar información clave para orientar el diagnóstico.

Una vez establecida la hipótesis clínica, se formula una hipótesis molecular, que guiará el enfoque genético más adecuado. Estos enfoques pueden ser:
- Análisis de un gen específico: cuando el fenotipo y el patrón de herencia son altamente sugestivos de una mutación en un gen concreto, se realizan análisis genéticos dirigidos a ese gen.
- Análisis de paneles de genes: en enfermedades con heterogeneidad genética, se analizan múltiples genes simultáneamente.
- Análisis amplio (exoma o genoma completo): para casos sin un diagnóstico claro, el análisis del exoma o genoma completo sirve para identificar posibles mutaciones causantes de la enfermedad.
Los profesionales que se dedican al diagnóstico genético en el área de neurología utilizan diferentes herramientas de consulta para determinar cuál es el mejor enfoque en base a la clínica del paciente. A continuación, veremos algunas de ellas.
Herramientas para determinar el enfoque molecular
Una de las herramientas más utilizadas en el ámbito clínico es ClinGen, un repositorio del Sistema Nacional de Salud de Estados Unidos que permite verificar las relaciones entre las enfermedades neurológicas y los genes estudiados. Por ejemplo, si buscamos “Parkinson Disease” en ClinGen, veremos que hay siete genes (GBA1, LRRK2, VPS35, SCA, PARK7, PINK1 y PRKN) cuya relación con el Párkinson ha sido verificada de forma detallada y cuantificada en la literatura científica.

Otra herramienta interesante es el repositorio PanelApp, del Sistema Nacional de Salud de Reino Unido. Esta base de datos recoge todo el catálogo de pruebas enfocadas en el análisis de paneles de genes recomendados por el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido para una enfermedad concreta. Por ejemplo, si buscamos “Parkinson Disease”, podemos encontrar 81 genes (con diferentes grados de evidencia) que han sido revisados por expertos.
Un recurso muy práctico para establecer las hipótesis clínica y molecular es el Human Phenotype Ontology, un extenso glosario de términos médicos, signos, síntomas, hallazgos y genes relacionados con enfermedades. Este repositorio es más amplio que los dos anteriores, pero también es menos estricto en cuanto a su validación.
Además de las anteriores herramientas, el diagnóstico genético en neurología requiere un conocimiento especializado y una actualización constante en las diferentes técnicas de análisis genómico. Para ello, existen diferentes programas formativos que pueden ayudar a los profesionales del ámbito de la salud a obtener los conocimientos necesarios para desempeñar correctamente su trabajo. Un ejemplo es nuestro Diploma de Experto Universitario en Neurogenética, un programa formativo que ofrece una formación integral que abarca desde los fundamentos de la genética aplicada a la neurología hasta el manejo de herramientas diagnósticas avanzadas.
En definitiva, el diagnóstico genético en el área de Neurología requiere un estudio cuidadoso del fenotipo del paciente y la elaboración de un hipótesis molecular basada en datos validados de estudios y expertos en la materia. Además, es imprescindible que los profesionales de este área estén formados en genética, de cara a precisar y acelerar el diagnóstico de los pacientes.