Lucía Márquez
A finales del siglo XIX, una excavación en Birka (uno de los asentamientos vikingos mejor conservados de Suecia) sacó a la luz una tumba de gran importancia arqueológica. El enterramiento, datado del siglo X y conocido como Bj581, además de un esqueleto, contenía dos escudos, un hacha, una espada, restos de armadura, dos caballos y un tablero utilizado para preparar estrategias bélicas. Los investigadores de la época dieron por hecho que los restos pertenecían a un hombre y, debido a los objetos que le acompañaban, supusieron que se trataba de un importante guerrero vikingo y líder militar. Sin embargo, un análisis de ADN llevado a cabo recientemente ha demostrado que en realidad la persona allí enterrada era una mujer, pues se pudo identificar el cromosoma X pero no el Y.
El hallazgo fue publicado el 8 de septiembre en la revista American Journal of Physical Anthropology bajo el título A female viking warrior confirmed by genomics y refuerza la teoría de que las mujeres vikingas no solamente participaban activamente en las batallas, sino que también desempeñaban cargos de importancia en la jerarquía militar. Así, la directora de la investigación, Charlotte Hedenstierna-Jonson, apuntó que los huesos hallados en la tumba Bj 581 no pertencían a “una clásica valkiria como las que aparecen en las sagas”, sino a una “líder militar real, que ha resultado ser una mujer”. Por otra parte, los investigadores también realizaron un análisis isotópico del que pudieron extraer que la guerrera había seguido una existencia itinerante, rasgo típico de la vida desarrollada por los combatientes vikingos.
Así se reescribe la historia del guerrero vikingo
Según el artículo, la arqueología, la genómica y los análisis isotópicos, pueden ser empleados como herramientas con las que reconstruir bajo nuevas premisas nuestras creencias sobre los modelos de organización, movilidad y roles de género establecidos por las civilizaciones pasadas.
La revelación de la auténtica identidad de la guerrera no resulta completamente inesperada, de hecho, numerosas leyendas y sagas vikingas hablaban de mujeres al frente de las batallas. Sin embargo, hace hace poco, los estudiosos de estas sociedades nórdicas creían que se trataban de personajes mitológicos y no de combatientes reales. Fundada en el siglo VII, Birka es considerada como una de las ciudades más antiguas de Suecia. Entre los restos del pasado vikingo que aún se conservan en este emplazamiento, destacan un cementerio con cerca de 3.000 tumbas, trozos de las antiguas murallas y restos de los embarcaderos que usaban las comunidades allí asentadas.
Referencia bibliográfica: Hedenstierna-Jonson C, Kjellström A, Zachrisson T, et al. A female Viking warrior confirmed by genomics. Am J Phys Anthropol. 2017;00:1–8. https://doi.org/10.1002/ajpa.23308