Misterio Medigene: De sangre va la cosa (Parte I)

Rosario García

Apenas han pasado unos meses desde tu última visita a las oficinas de Medigene Press., pero parece ser que un misterio al año no hace daño.

Vuelves a estar por la mañana bien temprano en la puerta de las oficinas para resolver la nueva incógnita que ha ocurrido dentro.

La señora L. te saluda al entrar, y a toda velocidad te guía hasta la escena del crimen, obviando la visita y presentación de las oficinas, que ya conoces. Aunque esta vez, las voces que escuchas en la primera sala son distintas. De estas voces alcanzas a reconocer la de la señora A., la redactora jefa, y la voz del señor R.

Vas a preguntarle a la señora L. por la tercera voz cuando, de repente, ves en el lavabo manchas de sangre diluidas, como si alguien hubiese estado intentando limpiarlas sin éxito. Además, cerca de la papelera hay un pañuelo de papel empapado en sangre. Quien hubiese hecho aquello, desde luego era muy descuidado.

– Espere, que aún hay más. – te espeta la señora L, mientras se dirige a la primera sala – Mire las mesas de la oficina.

Cuando abres la puerta y entras, efectivamente, ves al señor R. y a la señora A., que además te presentan a la señora R.

Ves en una zona de las mesas unos cuantos trozos y pelotitas de papel manchadas de sangre. Por otro lado, cerca de los papeles ves también que las mesas tienen pequeñas manchitas de sangre, no discernibles desde lejos.

– No sabemos qué ha ocurrido aquí, ¡pero es una forma muy incorrecta de deshacerse de muestras biológicas! – comenta la señora A.

Tiene razón, la sangre se considera un residuo biológico peligroso que debe descartarse correctamente para evitar contaminaciones. Y lo que ves ante ti es todo lo contrario a “correctamente”.

– Estábamos esperando su visita para que tomase las muestras convenientes y destapase al autor de este desastre. – continua la señora A. – Luego limpiaremos los restos como debe hacerse.

En un principio, ves la escena muy confusa, no concuerda demasiado. ¿Quién se dedicaría a llenarlo todo de sangre, desde el baño a la oficina? Tomas muestras de todas las manchas de sangre  para enviarlas más tarde al laboratorio de análisis, ya que no quieres irte de allí sin antes interrogar a cada uno de los presentes y conocer si más gente pudo haber cometido tal fechoría.

Le pides permiso a la señora L. para usar su despacho como sala de interrogatorios, que, de mucho gusto, te lo presta. Entornas un poco las persianas para que el sol de la mañana no parezca tan cegador dentro de la habitación y procedes a llamar de uno en uno a los presentes para escuchar sus coartadas.

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Señora A.

Llegó hoy a las 8:00 a la oficina y fue quien se dio cuenta del desastre de la primera sala. Los lunes no suele ir a la oficina, puesto que se encuentra dando clases en otro sitio. Así que, ella no pudo estar ayer cuando ocurrían los hechos. Esto ha sido corroborado por el resto de testigos que sí estuvieron el lunes.

Además, asegura ser una persona muy rigurosa en cuanto a higiene se refiere y habiendo estado antes en un laboratorio, afirma que sería incapaz de no descartar una muestra de manera correcta.

Señora L.

Ayer entró por la puerta de la oficina a las 7:55 exactas y se fue a las 13:00 puesto que tenía una comida de negocios importante.

Estuvo muy estresada toda la mañana y asegura no recordar demasiados detalles excepto los de su trabajo y su despacho, debido a que estaba muy concentrada. Aunque sí dice haber escuchado algún maullido, suponiendo que vendría de la calle.

Al terminar su declaración, te hace saber de forma indirecta que el señor R es bastante despistado y que muchas veces no se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor cuando trabaja, puesto que se concentra en una única cosa.

Señora R.

Apareció por las oficinas el lunes a las 9:30. No suele venir los lunes, pero necesitaba adelantar trabajo respecto a la semana siguiente. Sobre las 11:00 esperaba a una amiga (la señora S) graduada en Óptica y Optometría para que la asesorase respecto a un artículo que estaba escribiendo sobre defectos genéticos en el globo ocular. Ambas se marcharon juntas sobre las 14:00.

Ese día también trajo a la gatita de su compañera de piso, la cual se encuentra de viaje, a la oficina, porque la gatita todavía no está acostumbrada a pasar mucho tiempo sola y tenía que llevarla al veterinario.

Dice haber trabajado también en un laboratorio de riesgo biológico y estar al tanto de las normativas y protocolos de limpieza de residuos biológicos peligrosos.

Las declaraciones de la señora R. sitúan en la escena del crimen a una nueva sospechosa, la señora S., ajena a la empresa y a anteriores misterios.

Señor R.

Fue a las oficinas en su horario habitual, llegando allí a las 8:00. Se quedó a comer para poder terminar un artículo. Al acabar salió por la puerta sobre las 17:00, cerrando la puerta con llave.

Corrobora que la señora A. no estuvo ayer en la oficina y que la señora S., durante el poco tiempo que habló con ella, le pareció muy simpática y de mucha ayuda.

Fue quien descubrió la escena del baño un poco antes de irse y decidió no interferir con las pruebas (de mala gana, ya que tenía muchas ganas de ir al baño).

Al marcharse, cerró con llave y llamó a la señora L. para avisarla de lo que había visto.

***

En las entrevistas descubres que la señora M. también estuvo en las oficinas ayer de 8:00 a 13:00, aunque muy raramente suele estar en la primera sala, sino que está en el despacho de la señora L.

Por otro lado, tal y como recuerdas de la vez anterior que estuviste allí, las llaves las tienen la señora L., la señora A. y la señora M. Ahora resulta que también tiene las llaves el señor R., siendo la señora R. la única sin llaves de las oficinas.

Tras hablar con el equipo de Medigene Press., decide mantener una conversación telefónica con la señora S. y quedar con ella para interrogarla también, gracias a que la señora R. te ha dado su número.

Señora S.

Ese día llegó a las 11:00, o puede que algo más tarde, ya que había estado intentando , sin éxito, encontrar sus gafas antes de salir a la calle y se retrasó a causa de esto. No le dio demasiada importancia al hecho de ir sin gafas, puesto que, tiene pocas dioptrías de miopía.

Sin embargo tú recuerdas que la señora R. te dijo que la señora S., pese a ser graduada en Óptica y Optometría, no ve tres en un burro sin sus gafas.

Finalmente, después de terminar el artículo de la señora R., se fueron juntas algo antes de las 14:00. Dice que se fueron antes para poder pasar por el veterinario a vacunar a la gatita.

***

Conociendo toda esta información decides pedir las siguientes pruebas al laboratorio de análisis: Prueba del grupo sanguíneo ABO y prueba HPA (determinación de antígenos plaquetarios).

Al día siguiente recibes los primeros resultados, los de la prueba del grupo sanguíneo.

Muestra de sangre (baño): O

Muestra de sangre (mesa): AB

Muestra de sangre (papel): O

Señora L.: O

Señora A.: O

Señora M.: AB

Señor R.: O

Señora R: AB

Señora S: O

Esta prueba te deja con 4 posibles sospechosos para el desastre del baño. Lo que no esperabas es que las muestras de sangre fuesen de personas diferentes. ¡Esto es una fechoría en grupo!

Lo que parece seguro es que la misma persona que manchó todos los papeles es la misma persona que se limpió esta misma sangre en el baño, mientras que las manchas pequeñas de la mesa pudieron haber sido sólo dos personas.

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Determinación de antígenos plaquetarios: prueba HPA

¿Por qué has pedido esta prueba y en qué consiste? Al igual que cada persona pertenece a un grupo sanguíneo según los antígenos que expresen en la membrana sus eritrocitos (lo explicamos en este post), también hay diferentes grupos sanguíneos según los antígenos que expresen las plaquetas. En este caso, en vez de ser cuatro por la combinación de tres antígenos (ABO), son dos posibilidades las que hay: Zwa y Zwb. Los antígenos que expresan las plaquetas en cada uno de los casos son HPA1a y HPA1b, respectivamente. Este es el sistema HPA1.

Además del sistema HPA1, hay otros cuatro más. El sistema HPA-2 (Koa y Kob), el sistema HPA-3 (Bak a y Bak b), el sistema HPA-4 (Yuk-Pen a y Yuk-Pen b) y el sistema HPA-5 (Bra y Brb, también llamados Zava y Zavb).

***

Te encuentras cavilando sobre estas posibilidades y los datos cuando recibes una nueva notificación del laboratorio. Resulta que van a tener que seguir haciendo análisis a las muestras de sangre puesto que han reaccionado de manera extraña al mezclarlas con sangre de su mismo grupo sanguíneo.

Vaya sorpresa. Se te ocurre una idea. Si sale bien ya sabrás quienes han sido los culpables.

Inmediatamente llamas al laboratorio y les pides que no realicen las pruebas HPA, sino que realicen pruebas de determinación del grupo sanguíneo para variantes raras.

¿Puedes imaginar a qué conclusión se ha llegado? ¿Quién crees que será el culpable?

Lo resolveremos en el siguiente post cuando lleguen los resultados definitivos de las nuevas pruebas.

¡Nos vemos pronto en otro post!

 

Referencias

Fallas  M., Rodríguez M. Antígenos plaquetares. (1997) Acta Médica Cosstarricense. Volume 39, issue 1, pages 4-8 https://genotipia.com/wp-content/uploads/2019/02/art2.pdf

López Farré A., Macaya C. Plaqueta: fisiología de la activación y la inhibición. (2013). Rev Esp Cardiol Supl. Volume 13, suplementary issue, pages 2-7. DOI: 10.1016/S1131-3587(13)70073-6 http://www.revespcardiol.org/es/plaqueta-fisiologia-activacion-inhibicion/articulo/90200688/

Martínez-Arias M., López-Martínez B., Parra-Ortega I., Pruebas de laboratorio para la evaluación de la función de las plaquetas. (2015). Rev Latinoam Patol Clin Med Lab. Volume 62, issue 4, pages 245-252 https://genotipia.com/wp-content/uploads/2019/02/pt154g.pdf

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