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El ADN de Beethoven o cuánta información puede revelar un mechón de pelo de 200 años

Amparo Tolosa

¡Tata tachán! Doscientos años después de su muerte, el análisis del ADN de Beethoven, uno de los compositores más conocidos de todos los tiempos, ha revelado información importante sobre su salud y su linaje familiar. 

Lo curioso del caso es de dónde procedía ese ADN: de diversos mechones de pelo que habían sido guardados y custodiados durante casi dos siglos. Un equipo de investigadores (del Instituto Max Planck para Ciencia de la Historia Humana y la Universidad de Cambridge) ha analizado el ADN de ocho de estos mechones de pelo que estaban atribuidos a Ludwig van Beethoven, ha autentificado cinco de ellos y ha encontrado respuesta a algunas de las enfermedades que afectaban al compositor.

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Retrato de Ludwig van Beethoven (1770-1827)

Un músico atormentado por diversas enfermedades

El ADN de una persona contiene información relevante sobre su salud y puede informar sobre su predisposición o riesgo a ciertas enfermedades. Con esta idea, el objetivo de los investigadores era descubrir si el ADN del conocido músico podría revelar información sobre sus dolencias y aportar claves sobre las causas de su muerte. 

Una de las condiciones más conocidas de Beethoven es la pérdida auditiva que sufrió cuando se acercaba a la treintena. Además, desde los 22 años, el compositor sufría de dolores abdominales y problemas gastrointestinales de origen desconocido y a partir de los 51 empezó a mostrar síntomas de enfermedad hepática, hasta que murió en 1827 a los 56 años, presumiblemente de cirrosis hepática (condicionada por el consumo regular de cantidades moderadas a altas de alcohol). 

Una solicitud inusual que dos siglos después sigue sin resolverse completamente

Cuando murió Beethoven, en un compartimento secreto de su escritorio se encontró un documento escrito por él en 1802 , en el que el compositor explicaba cómo le estaba afectando la progresiva pérdida de audición y pedía que tras su muerte su enfermedad fuera estudiada y hecha pública. 

A partir de cartas, diarios, la autopsia e incluso dos exhumaciones del compositor en 1863 y 1888, se realizaron varias estimaciones. Ahora, gracias análisis del ADN de mechones de pelo se ha podido obtener nueva información, aunque sigue sin conocerse el origen de la sordera o de los problemas gastrointestinales.

Primer paso: autentificar las muestras

Para buscar el origen de las enfermedades de Beethoven en su genoma, los investigadores necesitaban muestras de ADN del compositor. A falta de muestras de tejido recurrieron a mechones de cabello, un objeto que solía regalarse en la época como recordatorio, y para el que había bastantes atribuidos al músico, algunos de ellos custodiados por instituciones privadas o familias. 

pelo beethoven
Mechón de pelo con el que se secuenció el genoma de Beethoven, con una inscripción del antiguo propietario Patrick Stirling. Autor: Kevin Brown

Una vez el equipo tuvo acceso a ocho de los mechones, el siguiente paso era autentificarlos como pertenecientes a Beethoven. Utilizando técnicas de análisis de ADN antiguo, que permiten reconstruir parcialmente genomas a partir de pequeñas cantidades de muestra, los investigadores dieron por auténticas cinco de las ocho muestras analizadas. ¿Y en qué se basaron? Las cinco  muestras pertenecían a un individuo de sexo masculino, de origen europeo y coincidían entre sí. Además, el ADN presentaba daños acordes a su antigüedad. 

Información obtenida de los mechones de pelo de Beethoven: predisposición a enfermedad hepática

A continuación, los investigadores abordaron la complicada tarea de obtener información relativa a la salud de Beethoven a partir de los fragmentos de ADN obtenidos y la reconstrucción parcial del genoma del compositor.

El equipo rastreó la presencia de variantes genéticas relacionadas con la pérdida auditiva, los problemas gastrointestinales o enfermedades hepáticas en el genoma de Beethoven. Aunque no se encontró una causa genética directa de la pérdida auditiva o los problemas gastrointestinales, los investigadores sí pudieron descartar algunas causas posibles de estos últimos, como la intolerancia a la lactosa o la celiaquía. 

Los resultados más relevantes fueron los relacionados con la enfermedad hepática de Beethoven. El equipo detectó evidencias de predisposición genética a la enfermedad hepática, lo que unido al consumo de alcohol del compositor podría explicar el origen de su dolencia. Además, los investigadores detectaron material genético del virus de la hepatitis B. El cabello puede actuar como reservorio de este virus en personas con infección crónica o aguda, lo que indica que el músico tuvo una infección por este virus al menos durante los meses que precedieron a su muerte. 

Información obtenida de los mechones de pelo de Beethoven: una relación extramatrimonial en la genealogía

Mientras confirmaban la autenticidad del ADN del compositor los investigadores detectaron una anomalía en su genealogía

Al comparar el ADN extraído de los mechones de pelo de Beethoven con el de cinco hombres pertenecientes al linaje paterno de la familia van Beethoven, el equipo encontró que el cromosoma Y de los descendientes de la familia no coincidía con el de Ludwig van Beethoven. Los investigadores plantean que posiblemente se trate de una relación extramatrimonial en la historia de la familia del compositor y han fechado este evento entre la concepción de Hendrik van Beethoven en Bélgica en el año 1572 y el nacimiento de Ludwig van Beethoven siete generaciones después, en 1770 en Alemania. De momento, se desconoce quién pudo ser la persona implicada en esta relación extramatrimonial. 

¿Y qué dicen las muestras que no pertenecían a Beethoven?

Los resultados de las muestras que han resultado no pertenecer al compositor también son interesantes. 

Por ejemplo, uno de los mechones en cuestión,  es el conocido como “mechón Hiller”, en relación a su dueño original Paul Hiller. Los resultados indican que el pelo en cuestión corresponde al de una mujer con un genoma mitocondrial frecuente en los judios ashkenazi. Estudios toxicológicos realizados con este mechón habían planteado hipótesis sobre las enfermedades del músico que ahora no pueden considerarse. 

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El mechón Hiller, con una con una inscripción del antiguo propietario Paul Hiller. Fuente: Ira F. Brilliant Center for Beethoven Studies, San Jose State University. Fotografía de William Meredith.

Genobiografía

Pese a conocer la cantidad de información que puede proporcionar el genoma de una persona, resulta sorprendente cómo esta información puede proporcionar contexto a figuras históricas. 

Los investigadores destacan el potencial de los datos genómicos como fuente de información para la biografía histórica. En esta dirección han acuñado un nuevo término “genobiografía” para hacer referencia a aquellas cuestiones de la biografía histórica que pueden ser respondidas mediante la genética. 

Por ejemplo, como los mechones atribuidos a Beethoven en el estudio abarcan los últimos 7 años de vida del compositor, una posibilidad de investigación futura podría ser su análisis comparativo para tratar de identificar daños específicos o biomarcadores informativos (como la presencia del virus de la hepatitis) que puedan haber contribuido a sus enfermedades.

 

Referencias:

Begg TJA, et al. Genomic analyses of hair from Ludwig van Beethoven. Curr Biol. 2023 Mar 13:S0960-9822(23)00181-1. doi: ttp://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2023.02.041

Genobiography: Tristan Begg’s pioneering research uncovers clues to Beethoven’s health and family secrets. https://www.clarehall.cam.ac.uk/news/beethovengenome23/

Beethoven’s genome offers clues to composer’s health and family history. https://www.eurekalert.org/news-releases/982785

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