La investigación de la Distrofia Miotónica Tipo 1 (DM1) ha dependido tradicionalmente de modelos de ratón macho, obviando la biología femenina y sus posibles implicaciones terapéuticas.
Un reciente estudio publicado en Lab Animal por un equipo de la Universitat de València y ARTHEx Biotech aborda esta laguna, caracterizando exhaustivamente un modelo clave de la enfermedad en ambos sexos.
Sus hallazgos revelan similitudes cruciales, sentando las bases para estudios preclínicos más rigurosos y, potencialmente, terapias más eficaces para todos los pacientes.
La distrofia miotónica tipo 1 (DM1) es una enfermedad hereditaria rara, progresiva y neurodegenerativa que afecta a múltiples órganos, como los músculos, el corazón y el sistema nervioso. En la búsqueda de tratamientos efectivos, los modelos animales, especialmente ratones genéticamente modificados que replican los principales síntomas de esta enfermedad, son herramientas indispensables para el estudio de su curso y el desarrollo de posibles terapias.
Sin embargo, una práctica tradicional en el campo ha sido utilizar predominantemente ratones macho en los estudios preclínicos. Esta costumbre, que busca reducir variables para estandarizar resultados, conlleva problemas asociados: un mayor consumo de animales de experimentación al descartar hembras, con las lógicas implicaciones éticas que ello conlleva, y la omisión de la biología específica de las hembras, lo que podría privarnos de entender cómo la enfermedad se manifiesta diferencialmente o cómo las futuras terapias podrían afectar a las mujeres.

Un análisis exhaustivo del modelo HSALR centrado en la inclusión de animales hembra
Conscientes de esta limitación, un equipo de investigación de la Universitat de València se propuso abordar este sesgo histórico. Con este objetivo, caracterizaron en profundidad el modelo de ratón HSALR, uno de los más relevantes para la distrofia miotónica tipo 1, para comparar cómo machos y hembras de este modelo reproducían un amplio espectro de fenotipos y biomarcadores claves de la enfermedad que se usan para medir la progresión y la capacidad terapéutica de nuevos compuestos.
Para ello, estudiaron fenotipos funcionales, como el grado de miotonía, la característica incapacidad de relajar los músculos tras su contracción que aparece en pacientes y modelos de distrofia miotónica tipo 1, y fenotipos moleculares, como los niveles de la proteína MBNL1 o las alteraciones en el splicing alternativo de algunos ARNs mensajeros, el proceso por el que las células procesan diferencialmente algunos transcritos para producir diferentes isoformas de una proteína a partir de un mismo gen.
Los resultados del estudio, publicado en la revista Lab animal, revelaron que machos y hembras de este ratón modelo de distrofia miotónica tipo 1 replicaban por igual los fenotipos más estudiados de la enfermedad.
Así, la ausencia de diferencias significativas entre sexos en fenotipos centrales en la distrofia miotónica tipo 1 sienta las bases necesarias para el uso de ratones hembra de este modelo en el estudio de la distrofia miotónica tipo 1, avalando su inclusión en futuros trabajos.
Implicaciones prácticas: hacia estudios de investigación más inclusivos en distrofia miotónica tipo 1
Este hallazgo tiene un impacto directo en el diseño de futuros estudios, no solo desde el punto de vista científico, sino también desde una perspectiva ética y regulatoria. En particular, para ARTHEx Biotech, este estudio representa un avance fundamental: al incorporar hembras en sus investigaciones preclínicas, la compañía ha logrado reducir el número total de animales utilizados, optimizando los recursos disponibles y reforzando su compromiso con los principios éticos del uso de animales en investigación.
Además, incluir animales de ambos sexos permite evaluar con mayor precisión la eficacia de sus terapias basadas en antimiR, como ATX-01, en un contexto que refleja mejor la diversidad biológica humana. Este enfoque es especialmente relevante en el contexto del ensayo clínico ArthemiRTM, que se encuentra en fase de reclutamiento de pacientes y que incluye tanto mujeres como hombres, lo que refuerza la necesidad de contar con datos preclínicos sólidos en ambos sexos para garantizar la eficacia y seguridad del tratamiento en toda la población de pacientes.
En definitiva, este trabajo subraya un mensaje clave: la inclusión de ambos sexos en los experimentos preclínicos no es una complicación, sino una necesidad científica y ética. Lejos de añadir variabilidad, permite generar resultados más robustos, reducir el número total de animales empleados y avanzar hacia ensayos clínicos más representativos.
La caracterización del modelo HSALR en machos y hembras proporciona una base sólida para que los futuros estudios sobre distrofia miotónica tipo 1 sean más inclusivos y traslacionales y orientados a terapias eficaces para todos los pacientes sin distinción de sexo.
Artículo científico
Carrascosa-Sàez, M., et al. Use of HSALR female mice as a model for the study of myotonic dystrophy type I. 2025. Lab Animal, 54(4). DOI: https://doi.org/10.1038/S41684-025-01506-7
