Genética en Cardiología

El ADN de cada persona tiene un papel importante en el correcto funcionamiento del corazón. Los genes y su actividad determinan el desarrollo de la estructura del corazón durante en el embrión y participan en numerosos procesos necesarios para su mantenimiento, como la elasticidad de los vasos sanguíneos o la comunicación entre las células del tejido cardiaco.

La participación de los genes en la estructura y función del sistema cardiovascular lleva a que influyan en mayor o menor medida en el desarrollo y aparición de múltiples enfermedades cardiovasculares. Esta influencia puede verse reflejada de diferente modo:

– En algunos casos, los factores genéticos se suman o interaccionan con otros factores ambientales como la dieta o el estilo de vida. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de la hipertensión, que es producto de la acción combinada de múltiples genes y de factores ambientales como el estrés, la polución, el consumo de alcohol, la dieta, la actividad física…
– En otros, los factores genéticos tienen un peso mayor. Por ejemplo, las alteraciones genéticas en uno o muy pocos genes son la principal causa de las cardiopatías familiares. Esto también ocurre en algunas formas muy raras de hipertensión, que están causadas por cambios en un único gen. Cuando una enfermedad es causada por un único cambio en un gen se conoce como enfermedad monogénica.

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