Rubén Megía González, Genotipia
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y la Clinique romande de réadaptation (CRR) en Sión ha identificado las marcas epigenéticas que aparecen en pacientes con dolor neuropático crónico y dolor nociceptivo crónico.
El dolor crónico es una sensación dolorosa y desagradable que se mantiene durante meses o años. Este tipo de molestia continua repercute muy negativamente tanto en la salud física como en la salud mental de las personas afectadas y se ha relacionado en muchos casos con un incremento en el riesgo de alteraciones psicológicas como la depresión o la ansiedad.
Por lo general, el dolor crónico se clasifica en dos categorías principales: el dolor crónico de origen nociceptivo y el dolor crónico de origen neuropático. El primero tiene origen en los receptores de las fibras nerviosas, mientras que el dolor crónico neuropático está causado por daños en las estructuras nerviosas. Uno de los principales problemas del tratamiento del dolor crónico es que es difícil conocer exactamente el origen del dolor en un paciente a partir de los cuestionarios que actualmente se realizan, ya que proporcionan datos subjetivos del paciente. Por eso, en los últimos años se han estado desarrollando métodos para tipificar rápidamente el tipo de dolor crónico.
Un estudio publicado en la revista Journal of Pain el pasado 18 de septiembre ha logrado determinar las marcas epigenéticas que diferencian los diferentes tipos de dolor crónico. Estos descubrimientos podrían propiciar el desarrollo de test epigenéticos para mejorar el diagnóstico del dolor crónico.
En el estudio, los autores han utilizado datos del epigenoma completo de 57 pacientes, 20 de ellos sin dolor crónico, 18 con dolor de origen nociceptivo y 19 con dolor de origen neuropático. “El objetivo era empezar sin ninguna hipótesis previa a analizar el epigenoma en su conjunto e identificar todos los biomarcadores implicados en el dolor”, explica la Dra. Ariane Giacobino, autora del estudio y profesora en el Departamento de Medicina Genética y Desarrollo en la Facultad de Medicina de la UNIGE.
El primer paso de los investigadores fue valorar clínica y psicológicamente a los 57 pacientes del estudio, para descartar otros factores que pudiesen alterar los resultados del estudio. En este primer análisis, el equipo no encontró diferencias significativas entre los grupos de pacientes, a excepción de los resultados del cuestionario DN4, que sirve para diferenciar el dolor crónico neuropático de otros tipos de dolor.
Marcas epigenéticas para diferenciar el tipo de dolor crónico
En el trabajo, los autores obtuvieron el epigenoma de los 57 pacientes y compararon los datos de los tres grupos de pacientes en busca de “firmas epigenéticas” específicas para cada uno de los tipos de dolor crónico. Los investigadores identificaron patrones de metilación específicos en pacientes con dolor crónico que no estaban presentes en los individuos control.
Al comparar el epigenoma completo de los pacientes control con el de los pacientes con dolor crónico nociceptivo, los autores encontraron diferencias en la metilación de 12 genes relacionados con el sistema neuromusculoesquelético: 10 relacionados con el sistema nervioso, 2 con el músculo esquelético y 3 con los huesos. Además, los autores encontraron diferencias en la metilación de 8 genes relacionados con el sistema inmunitario en pacientes con dolor crónico nociceptivo.
En el caso del epigenoma de los pacientes con dolor crónico neuropático, el equipo encontró diferencias en la metilación de 6 genes relacionados con el sistema neuromusculoesquelético: 5 relacionados con el sistema nervioso y 1 con el músculo esquelético. Los investigadores encontraron, además, diferencias en la metilación de DCAF15, un gen relacionado con el sistema inmunitario.
En el estudio, el equipo observó que los patrones de metilación en pacientes con dolor crónico neuropático y en pacientes con dolor crónico nociceptivo eran totalmente diferentes. “Esta ausencia total de similitudes entre las dos categorías de dolor es muy sorprendente, porque intuitivamente, podríamos pensar que la dificultad para definir el dolor de uno mismo proviene de una similitud en la firma epigenética”, explica la Dra. Ariane Giacobino, “Pudimos demostrar que no es, en absoluto, el caso «, añade.
El futuro del diagnóstico y el tratamiento del dolor crónico
Este estudio marca un antes y un después en la investigación de las marcas epigenéticas presentes en pacientes con dolor crónico, a la vez que ofrece una perspectiva esperanzadora para aquellos afectados por este tipo de dolor. «Ahora que estas firmas epigenéticas están claramente definidas, un simple análisis de sangre permitirá definir el tipo de dolor que padece la persona y prescribir el tratamiento adecuado», indica el Dr. Bertrand Léger, investigador en la Clinique Romande de Réadaptation en Sión y autor del estudio.
Los resultados del nuevo estudio podrían ser utilizados también para monitorizar la evolución de los pacientes con dolor crónico. “Podríamos imaginarnos la monitorización de la reversión del dolor observando, desde un punto de vista epigenético, si los biomarcadores vuelven a la normalidad y adaptar el tratamiento en consecuencia», explica la Dra. Ariane Giacobino.
Artículo original: Stenz L, et al. Genome-Wide Epigenomic Analyses in Patients With Nociceptive and Neuropathic Chronic Pain Subtypes Reveals Alterations in Methylation of Genes Involved in the Neuro-Musculoskeletal System. J Pain. 2021 Sep 20:S1526-5900(21)00332-1. doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.jpain.2021.09.001.
Fuente: Relieving pain by mapping its biological signatures. Université de Genève. https://www.unige.ch/communication/communiques/en/2021/soulager-la-douleur-grace-a-la-cartographie-de-ses-signatures-biologiques/
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