Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF)
Un equipo de investigadores e investigadoras liderado por Carmen Espinós del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) y por Sergio Aguilera-Albesa, del Complejo Hospitalario de Navarra (CH Navarra), describen una nueva forma clínica de ataxia causada por mutaciones en la β-III espectrina, que se caracteriza por ser una ataxia congénita no progresiva y neurodegenerativa (NPCA, non-progressive cerebellar ataxia).
Las mutaciones se detectaron mediante un panel de genes diseñado en el Laboratorio de Enfermedades Raras Neurodegenerativas del CIPF. Con el propósito de demostrar que las mutaciones eran realmente patológicas, se realizaron estudios de expresión de la proteína con las mutaciones, observando que éstas afectaban seriamente a la estructura de la proteína.
Los pacientes se evaluaron clínicamente en la Unidad de Neuropediatría del CH Navarra. Se observó que presentaban hipotonía, retraso en el desarrollo, síndrome cerebeloso y déficits cognitivos. Se trata de una grave enfermedad rara pediátrica.
Estos resultados permiten dar un paso más en la comprensión de las causas moleculares de enfermedades raras como la ataxia, pero también de otras enfermedades. Estos descubrimientos contribuyen a una mejor comprensión del fenotipo asociado a SPTBN2 y las mutaciones y mecanismos subyacentes en esta enfermedad.
Los hallazgos logrados muestran que el gen codificante de la β-III espectrina causa este nuevo fenotipo clínico y, por tanto, se debe considerar su estudio en pacientes con NPCA. “Es un estudio traslacional que mejora el consejo genético de pacientes con enfermedades raras y posibilita una mejor planificación familiar”, señala la investigadora del CIPF, Carmen Espinós.
“Si consultamos la base de datos online sobre enfermedades hereditarias, el OMIM (Online Mendelian Inheritance in Men), conocemos poco más de 4.000 genes implicados en enfermedad humana con certeza y, por tanto, sólo tenemos clara la implicación de aproximadamente el 22% de los genes que codifican para proteínas, considerando que el genoma humano tiene 20.000 genes. Queda mucho trabajo por hacer para entender las bases moleculares de las enfermedades hereditarias”, explica la investigadora valenciana.
“Trabajos como el nuestro aportan conocimiento a esta área de investigación traslacional”, concluye Espinós.
Sobre las ataxias congénitas
Las ataxias congénitas no progresivas conforman un grupo heterogéneo de procesos ligados a factores diversos con signos inespecíficos como hipotonía precoz, dificultades para la masticación o retraso en adquisiciones motrices, los signos de afectación cerebelosa se ponen de manifiesto con el desarrollo o pueden estar ausentes cuando la afectación es muy grave.
Los avances en investigación genética molecular permiten una mejor categorización, porque todavía la mayoría de los casos siguen siendo desconocidos tanto en su etiología como su carácter hereditario.
Referencia: Sancho P, et al. Expanding the β-III Spectrin-Associated Phenotypes toward Non-Progressive Congenital Ataxias with Neurodegeneration. Int J Mol Sciences. 2021. DOI: https://doi.org/10.3390/ijms22052505
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