La actividad del gen C5orf30 modula la agresividad de la artritis reumatoide

Amparo Tolosa, Genética Médica News

 

Un estudio dirigido por la Universidad de Dublín acaba de identificar al gen C5orf30 como regulador negativo de la artritis reumatoide, información que podría ser utilizada para decidir el tratamiento más adecuado para los pacientes.

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune caracterizada por la inflamación de las articulaciones. En el desarrollo de la misma intervienen tanto factores ambientales (por ejemplo, el tabaco) como genéticos. Una de las aproximaciones más utilizadas durante los últimos años para identificar los factores genéticos que influyen en la artritis reumatoide ha sido la realización de estudios de asociación del genoma completo en los que se comparaban las frecuencias de variantes genéticas distribuidas a lo largo del genoma entre pacientes y controles, buscando aquellas que se ven afectadas por la enfermedad. Dos recientes estudios de asociación con más de 18.000 casos y 40.000 controles en total, habían encontrado una relación entre el gen c5orf30 y la susceptibilidad a la artritis reumatoide. Sin embargo, la función del gen o su relación biológica con la enfermedad era desconocida.

En el trabajo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores analizaron la estructura del gen en diferentes especies y llevaron a cabo diferentes experimentos in vitro e in vivo para caracterizar su función respecto al desarrollo de la artritis reumatoide.

El primer resultado que obtuvieron los investigadores fue el descubrimiento de que el gen c5orf30 sólo se presenta en vertebrados, en los que la proteína resultante muestra un elevado grado de conservación, apuntando a una función central del gen. C5orf30 se expresa en diferentes tipos celulares, especialmente en células de origen mieloide como los leucocitos. Además, el gen se expresa de forma elevada en los fibroblastos sinoviales, población celular residente más importante de la membrana sinovial articular, ya relacionado en estudios previos con el inicio y perpetuación de la artritis reumatoide, así como en la destrucción del cartílago.

Utilizando fibroblastos sinoviales en cultivo como modelo de la artritis reumatoide, los investigadores observaron que la inhibición de c5orf30 aumenta el fenotipo agresivo de los fibroblastos sinoviales, en los que se activan rutas moleculares asociadas a la migración, capacidad de invasión y proliferación.

Tráfico vesicular en el interior de la célula. Imagen: Judith Stoffer (Image and Video Galery NIH)
Tráfico vesicular en el interior de la célula. Imagen: Judith Stoffer (Image and Video Galery NIH).

Por último, los investigadores encontraron que la ausencia de C5orf30 en un modelo de ratón de artritis reumatoide aumenta la inflamación y daños en las articulaciones.

Aunque la función exacta de la proteína codificada por C5orf30 queda todavía por determinar, basándose en la distribución observada en la célula y los datos de análisis de expresión en su ausencia, los investigadores apuntan a una relacionada con el tráfico de vesículas.

“Los resultados obtenidos proporcionan un marcador genético que podría ser utilizado para identificar a los pacientes con artritis reumatoide que necesitan tratamientos más agresivos o medicina personalizada,” indica Gerry Willson, director del trabajo. El investigador plantea también el aumentar los niveles de C5orf30 en las articulaciones como medida terapéutica para reducir los daños en tejido provocados por la artritis reumatoide, algo que deberá ser estudiado en futuros experimentos.

Referencia: Muthana M, et al. C5orf30 is a negativeregulator of tissue damage in rheumatoid arthritis. Proc Natl Acad Sci U S A. 2015 Aug 27. pii: 201501947.

Fuente: http://www.eurekalert.org/pub_releases/2015-08/ucd-grs082815.php

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