Amparo Tolosa, Genética Médica News
Investigadores del proyecto del Atlas del Genoma del Cáncer (TCGA en sus siglas en inglés) acaban de realizar la mayor caracterización genómica del cáncer de cérvix hasta la fecha, identificando nuevas dianas moleculares para el desarrollo de biomarcadores y tratamientos contra este tipo de cáncer.
El cáncer de cérvix o cuello uterino es responsable de la muerte de más de 250.000 mujeres al año en todo el mundo. Aunque en sus fases más tempranas es un cáncer que se puede tratar, una vez avanzado no existe ninguna terapia efectiva para las pacientes. Esta situación lleva a la necesidad imperiosa de identificar perfiles genéticos que participan en la enfermedad, para encontrar nuevas dianas terapéuticas y optimizar los ensayos clínicos con pacientes.
“La mayor parte de las mujeres que desarrollarán cáncer de cérvix en las próximas décadas están más allá de la edad recomendada para vacunarse y no serán protegidas por la vacuna,” señala Douglas Lowy, director en funciones del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. “Por lo tanto, el cáncer cervical es todavía una enfermedad que necesita terapias efectivas, y este último análisis del TCGA podría ayudar a avanzar en los esfuerzos para encontrar fármacos dirigidos a elementos importantes de los genomas del cáncer de cérvix, además de hacia los genes del virus del papiloma humano.”
En el trabajo, los investigadores llevaron a cabo un extenso análisis molecular (a nivel de ADN, ARN y proteínas) de 228 tumores de cérvix primarios, lo que junto a la presencia del virus del papiloma humano permitió definir subclases del cáncer de cérvix.
Dentro de las características genéticas del cáncer de cuello uterino, los investigadores encontraron marcados patrones de mutaciones en el gen APOBEC, además de identificar nuevas mutaciones en los genes SHKBP1, ERBB3, CASP8, HLA-A y TGFBR2 en este tipo de tumor. Considerando rutas de señalización celular, el equipo encontró que más del 70% de los tumores de cérvix mostraban alteraciones genómicas en una o ambas de las rutas moleculares en las que participan PI3K/MAPK y TGFB, señalando estas rutas también como importantes para tener en cuenta el desarrollo de tratamientos.
Respecto a la resistencia a terapias, un resultado prometedor fue la presencia de patrones concretos de mutaciones asociados a la respuesta al lapatinib, lo que podría llevar a tratamientos más precisos para aquellas mujeres cuyos tumores presentan estas mutaciones.
En la mayoría de los casos, el cáncer de cérvix se produce como consecuencia de la infección persistente con determinadas cepas oncogénicas del virus del papiloma humano. En el estudio los investigadores encontraron un tipo concreto de cáncer de cérvix no asociado la infección con virus del papiloma humano y caracterizado por la presencia de mutaciones en KRAS, ARID1A y PTEN.
“La identificación de tumores de tipo endometrial negativos para el virus del papiloma humano confirma que no todos los cánceres de cérvix están relacionados con la infección por VPH y que un pequeño porcentaje de tumores cervicales podrían ser estrictamente debidos a factores genéticos o a otros factores,” señala Jean Claud Zenklusen. “Este aspecto de la investigación es uno de los resultados más intrigantes del programa TCGA, que ha estado analizando más de 30 tipos de tumores en la última década.”
Los resultados del trabajo proporcionan información de gran valor para el diseño de terapias de precisión para las pacientes con cáncer de cérvix y mejoran el conocimiento de las rutas moleculares alteradas en este cáncer.
Referencia: Cancer Genome Atlas Research Network. Integrated genomic and molecular characterization of cervical cancer. Nature. 2017 Jan 23. doi: http://dx.doi.org/10.1038/nature21386
Fuente: TCGA study identifies genomic features of cervical cancer. https://www.cancer.gov/news-events/press-releases/2017/tcga-cervical-cancer