Eduardo López Collazo: “Desarrollarse como científico nunca ha sido fácil”

Inmaculada Besante Alcayna, Genotipia

 

Etimológicamente el término cáncer proviene del vocablo griego “Karkinos” y engloba más de 200 enfermedades diferentes, cada una de ellas con su propia etiología, evolución y pronóstico. Sin embargo, todas ellas presentan una característica común, y es la capacidad de las células cancerosas y/o tumorales de escapar a los mecanismos de control del ciclo celular, lo cual, posibilita su expansión e invasión de los tejidos.

El cáncer constituye una de las patologías de mayor prevalencia en la actualidad. Según los datos derivados del último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia de esta enfermedad en nuestro país en el presente año se estima en torno a los 277.234 casos, lo que supone un incremento del 12% respecto al año 2015.

El incremento del número de casos en nuestro país se debe fundamentalmente a la exposición reiterada a factores de riesgo como el alcohol o el tabaco. A pesar de este incremento, en los últimos años, también se ha experimentado un incremento en los niveles de supervivencia, situándose en torno a un 53%, transcurridos 5 años. Uno de los factores clave para conseguir aumentar todavía más estas cifras de supervivencia podría pasar por evitar el proceso metastásico, proceso por el cual las células tumorales migran a través del sistema vascular y linfático, desde el lugar de origen del tumor (tumor primario) a diferentes partes del organismo, dando lugar a la formación de nuevos tumores (tumores metastásicos).

El Dr. Eduardo López Collazo es Director Científico del Instituto de Investigación Biomédica del Hospital La Paz de Madrid. Imagen cortesía de Eduardo López Collazo.

El Dr. Eduardo López Collazo, Director Científico del Instituto de Investigación Biomédica del Hospital La Paz de Madrid, ha dedicado gran parte de su vida a estudiar el proceso metastásico, concretamente la respuesta implementada por el sistema inmunitario ante el desarrollo del proceso metastásico.

Recientemente se ha publicado su libro ¿Qué es el Cáncer? una obra en la que narra la visión sobre la enfermedad de personas que han padecido cáncer y también el de los investigadores que como él, luchan para que algún día podamos presenciar el final del cáncer como enfermedad.

Los caminos difíciles, en algunas ocasiones, son los que conducen a lugares y/o situaciones que verdaderamente merecen la pena. El camino de la investigación, a día de hoy, no es un camino fácil:

¿Cuáles fueron las motivaciones que te impulsaron a dedicar tu vida a la investigación?

Esto me lo pregunto mucho. Creo que fue un impulso natural, la curiosidad por saber cómo y por qué ocurren las cosas. La chispa surgió en la infancia y se ha mantenido. Aunque debo admitir que me dedico a otras muchas cosas a la vez, todas con la misma base: entender, saber, conocer.

¿Cuáles son las principales dificultades que tuviste que superar para poder hacerlo y llegar a convertirte en director científico de uno de los centros de investigación de referencia?

Desarrollarse como científico nunca ha sido fácil. Basta con estudiar las vidas de aquellos que fueron célebres científicos. Somos una mínima parte de la sociedad, por lo que ni se valora ni se entiende la vocación científica, a lo sumo, se ve como algo romántico y rodeado de sacrificios. En mi caso se añadió el hecho de haber tenido que migrar con una ruptura total con mi país de origen. Luego vino lo que es común a los científicos españoles: trabajar en el extranjero (para mí era una segunda y una tercera migración), intentar volver a España y pegarse con el sistema burocrático e insensible que tenemos montado para “desfomentar” la investigación. Lo de llegar a ser director de mi centro era algo inesperado. Tenía muchos factores en contra. No ser clínico era uno de ellos.

La evolución de algunas áreas de la biología y la medicina como son la Inmunoterapia y la Genética, junto con el nacimiento de la Medicina de Precisión, están suponiendo una gran revolución en el desarrollo de nuevas terapias más eficaces y menos invasivas. El Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Paz es uno de los principales centros de referencia en este tipo de investigación, tanto a nivel nacional como a nivel internacional.

¿Cuáles son las principales líneas de investigación que se llevan a cabo en el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario de la Paz?

El IdiPAZ es un reflejo de lo que ocurre en el hospital. Esto quiere decir que aquí se investiga en una gran cantidad de temas. Es cierto que algunos con más visibilidad y éxitos que otros. No obstante puedo decirte que nuestras líneas de investigación van desde la cardiología hasta el trasplante infantil pasando por la Inmunoterapia y la investigación en VIH.

¿En qué se centra tu investigación actual?

Estudiamos la respuesta del sistema inmunológico en varios contextos y su implicación en el progreso de patologías como la sepsis y la aparición de metástasis.

¿Cuáles son los beneficios que pueden suponer los nuevos tratamientos basados en terapia génica e inmunoterapia (como las terapias CART – T) en el desarrollo de terapias más efectivas contra las patologías de mayor prevalencia en la actualidad?

Esto está constituyendo una revolución haciendo, además, que la medicina sea personalizada. El beneficio es claro, las estadísticas hablan.

Parafraseando a Rosalind Franklin, una de las más relevantes científicas del siglo XX, “La ciencia y la vida ni pueden ni deben estar separadas”. Ciertamente, la ciencia y la investigación son aspectos verdaderamente fundamentales en nuestras vidas, sin embargo, en muchas ocasiones parece que esto no se refleja en nuestra sociedad:

¿Consideras que hoy en día se le otorga la importancia que merece a la ciencia desde la opinión pública en general y desde las instituciones en particular?

Fundamentalmente creo, y esto es impopular, que a la sociedad no le interesa la ciencia. Es una realidad palmaria que se evidencia cada segundo. Si realmente importara, los políticos tomarían las medidas oportunas para tener una mayor inversión más flexible en nuestro campo. Hace unos meses escribí una columna editorial en un periódico de tirada nacional llamando la atención sobre el sin sentido al que estamos sometidos los científicos para poder gastar el poquísimo dinero que tenemos para trabajar. El problema persiste. Hace un par de semanas hicimos un video viral donde lo explicábamos de manera gráfica. El problema persiste. ¿Me tengo que creer que la ciencia importa?

¿Cuál crees que sería la mejor manera de combatir la desinformación y los daños colaterales causados por las pseudoterapias?

Con mucha información escrita por quienes conocen el tema, evitando que las pseudoterapias tengan un hueco en los medios de información, leyendo las fuentes… ¿te has leído mi libro?

Para concluir, debemos dejar constancia de que el cáncer es una enfermedad multifactorial, en cuyo desarrollo y evolución están implicados tanto factores genéticos como ambientales, por lo que, en este sentido, la prevención y concienciación constituyen pilares de importancia capital. No debemos olvidar que, en torno al 40% de los casos de cáncer podrían evitarse mediante la instauración y mantenimiento de unos hábitos de vida saludables.

 

 

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