Genética Médica News

Los malos hábitos del sueño aumentan el riesgo a obesidad en aquellas personas con predisposición genética al sobrepeso

Amparo Tolosa, Genética Médica News

 

El efecto de la predisposición genética a la obesidad se ven aumentado con ciertos hábitos de sueño.

Tener malos hábitos a la hora de dormir aumenta el riesgo a desarrollar obesidad en aquellas personas que muestran una predisposición genética a la misma, señala un reciente estudio dirigido por la Universidad de Glasgow.

La obesidad es el principal factor de riesgo para diversas enfermedades como la diabetes,  el cáncer, algunos trastornos musculoesqueléticos y distintos problemas cardiacos. En la obesidad, como condición multifactorial, intervienen tanto factores ambientales y de estilo de vida, como genéticos, heredados de los padres. Estudios previos apuntaban a que además de actuar de forma independiente, podían existir interacciones entre el estilo de vida y los factores genéticos y sugerían que se puede moderar el riesgo genético mediante cambios en el estilo de vida. Sin embargo, hasta el momento no se había analizado el efecto de los hábitos a la hora de dormir.

El nuevo estudio, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition evalúa las interacciones que existen entre los hábitos del sueño y los genes relacionados con la obesidad. Para ello los investigadores utilizaron información de más de 100.000 europeos, recogida en el UK Biobank, entre la que se incluía tanto características relacionadas con el sueño (horas de sueño al día, tipo de horario en el trabajo, descanso en siestas y cronotipos de los participantes), como información sobre el riesgo genético a desarrollar obesidad.

El equipo encontró que en las personas con un riesgo genético elevado a desarrollar obesidad, tanto dormir más horas (superando las 9 al día), como dormir menos de lo habitual, aumenta todavía más el riesgo a tener sobrepeso. Por ejemplo, la diferencia de masa corporal entre aquellos participantes con riesgo genético elevado que dormían más de 9 horas y los que dormían entre 7 y 8 era de unos cuatro kilos y medio. Otros factores como echarse una siesta o los trabajos por turnos también afectaban a la predisposición a la obesidad. Sin embargo, en aquellas personas que no presentaban un riesgo genético elevado, esta situación no se observaba.

Los resultados del trabajo señalan que además de la dieta y el ejercicio los hábitos del sueño son un factor importante para modular el riesgo genético a la obesidad. Imagen: Medigene Press SL.

Los resultados del trabajo indican que el efecto de la predisposición genética a la obesidad se ven aumentados con ciertos hábitos del sueño. En aquellas personas con mayor riesgo genético el efecto de las condiciones adversas asociadas al sueño como dormir poco o demasiadas horas de sueño se muestra de forma más pronunciada.

“Estos datos muestran que en las personas con elevado riesgo genético para la obesidad dormir demasiado poco o de más de una vez, echar una siesta o trabajar por turnos parece tener una influencia adversa sustancial en el peso corporal,” manifiesta Jason Gill investigador en el Instituto de Ciencias Médicas y Cardiovasculares de Glasgow y director del trabajo. “Sin embargo, la influencia de las características del sueño adversas sobre el peso es mucho más pequeña en aquellos con riesgo genético bajo, personas que parecen ser capaces de superar los malos hábitos del sueño hasta cierto punto.”

Los autores apuntan que los resultados obtenidos son muy relevantes para mejorar la salud a nivel global (en la actualidad existen más de 600 millones de personas con obesidad en todo el mundo) ya que sugieren que se puede modular el efecto de los genes, mediante cambios en el estilo de vida. Así, a los conocidos efectos de la dieta y el ejercicio como medidas para reducir la obesidad, habría que añadir el desarrollo de correctos hábitos de sueño.

“Parece que las personas con riesgo genético elevado para la obesidad necesitan tener más cuidado sobre los factores de estilo de vida, para mantener un peso sano,” señala Carlos Celis, primer autor del trabajo. “Nuestros datos sugieren que dormir es otro factor que necesita ser considerado además de la dieta y la actividad física.”

Investigación original: Celis-Morales C, et al. Sleep characteristics modify the association of genetic predisposition with obesity and anthropometric measurements in 119,679 UK Biobank participants. Am J Clin Nutr. 2017 Mar 1. doi: http://dx.doi.org/10.3945/ajcn.116.147231

Fuente: Sleeping habits linked to increase in obesity. http://www.gla.ac.uk/news/headline_515971_en.html

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