La mayoría de los hermanos con autismo no comparten las mismas variantes genéticas de susceptibilidad

El mayor estudio genómico del autismo llevado hasta la fecha acaba de revelar unos resultados inesperados que aumentan la complejidad del trastorno del espectro autista, al encontrar que muchos de los hermanos afectados tienen diferentes mutaciones en genes implicados en autismo.

En el proyecto, financiado por la organización Autism Speaks y dirigido por Stephen Scherer, los investigadores secuenciaron el genoma completo de 85 familias formadas por dos progenitores y dos hijos afectados por un trastorno del espectro autista, y buscaron cambios genéticos previamente asociados al autismo u otros desórdenes del desarrollo. En estas familias, al tener dos hijos afectados, se asumía inicialmente que éstos habrían heredado de los padres las mismas variantes de predisposición al autismo. Sin embargo, lo que se obtuvo es que la mayor parte de los hermanos eran portadores de diferentes variantes genéticas asociadas al autismo.

Incluso llevando a cabo un filtrado más restrictivo en el que identificaron las familias con mutaciones clínicas más relevantes, para descartar la posibilidad de que las variantes que se habían buscado no fueran lo suficientemente representativas del trastorno, únicamente una pequeña parte compartía la misma variante genética, principalmente heredada de los padres y no de novo, o producida de forma espontánea.

Los resultados obtenidos evidencian una vez más la gran heterogeneidad genética existente en el trastorno del espectro autista y resaltan la importancia de utilizar herramientas de análisis global, para evaluar las variantes de susceptibilidad.

“Esto significa que no deberíamos mirar únicamente en genes que se sospecha confieren un riesgo al autismo, como se hace típicamente en el diagnóstico genético,” indica Stephen Scherer. “Se necesita una evaluación completa del genoma de cada individuo para determinar como utilizar de la mejor forma el conocimiento de los factores genéticos en el tratamiento del autismo.” Así, si en una familia se diagnostica un caso de autismo tendría sentido analizar a hermanos u otros miembros de la familia de forma global, ya que es muy posible que no se compartan las mismas variantes de susceptibilidad.  “Creemos que cada niño con autismo es como un copo de nieve – único respecto a los demás,” añade Scherer. La obtención de información genómica de pacientes es, además, el primer paso hacia la futura correlación con datos de expresión y epigenéticos.

En paralelo a la publicación del trabajo,  toda la información genómica obtenida ha subida al portal MSSNG, fruto de una colaboración entre Google y Autism Speak cuyo objetivo es secuenciar el ADN de 10.000 familias con autismo y generar la mayor base de datos del trastorno del espectro autista con fines de investigación.

“Es un día histórico,” ha manifestado Scherer. “Puesto que marca la primera vez que las secuencias del genoma completo de personas con autismo estarán disponibles para la investigación en la base de datos abierta del MSSMG”. El investigador concluye en que la iniciativa es un ejemplo del futuro, en el que la genómica de acceso abierto llevará a tratamientos personalizados para muchos desórdenes médicos y del desarrollo.

Referencia: Yuen RK, et al. Whole-genome sequencing of quartet families with autism spectrum disorder. Nat Med. 2015 Jan 26. doi: 10.1038/nm.3792.

Fuente: http://www.autismspeaks.org/about-us/press-releases/largest-ever-autism-genome-study-yields-surprises-included-historic-first-up

 

autismo. Fotografía: Ian D. Keating (CC BY 2.0, https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
Luz al final del tunel. Fotografía: Ian D. Keating (CC BY 2.0, https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)

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