Éxito de la edición del genoma y terapia celular en un caso de leucemia incurable

Amparo Tolosa, Genética Médica News

 

La pequeña Layla, cuya leucemia incurable ha sido superada gracias a una terapia que combina técnicas de edición del genoma y terapia celular. Imagen:Sharon Lees/ Great Ormond Street Hospital.
La pequeña Layla, cuya leucemia incurable ha sido superada gracias a una terapia que combina técnicas de edición del genoma y terapia celular. Imagen:Sharon Lees/ Great Ormond Street Hospital.

En Genética Médica News ya hemos hablado otras veces del potencial de la modificación genética de los linfocitos T en el desarrollo de tratamientos contra el cáncer. Esta vez, sin embargo, es la primera vez en la que podemos poner cara a un paciente. Se llama Layla, tiene poco más de un año de edad y recientemente, una técnica que combina la edición del genoma humano y terapia celular ha permitido tratar con éxito su leucemia incurable.

Con apenas catorce semanas de edad a Layla le fue diagnosticada una leucemia linfoblástica aguda infantil, un tipo de cáncer de la sangre en el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros, los cuales invaden la sangre y la médula ósea, desplazando a las células normales. Dado el carácter agresivo del cáncer de la pequeña, ésta fue rápidamente internada para iniciar el tratamiento en el Great Ormond Street Hospital (GOSH).

Tras recibir quimioterapia y un trasplante de médula ósea, el cáncer de Layla, muy agresivo, no remitía. Así, recién cumplido su primer año de vida, la pequeña se quedaba sin opciones terapéuticas y su única posibilidad era recibir cuidados paliativos, destinados a mejorar la calidad de vida del poco tiempo que le quedaba. Su familia no quiso aceptar esta opción, último recurso que podía ofrecerles el equipo médico y pidió que se probara cualquier terapia disponible, aunque no estuviera aprobada. Entonces se les informó de un tratamiento experimental que estaba siendo desarrollado en el mismo hospital, pero que únicamente había sido probado (con resultados positivos) en ratón.

Para que Layla pudiera recibir el tratamiento, del que había un único vial disponible para ella, el comité de ética del hospital llevó a cabo una reunión de emergencia en la que debían de decidir si, careciendo de otras opciones, utilizar una terapia experimental era la acción más correcta para la paciente. La decisión fue seguir hacia adelante con la terapia, por lo que el equipo médico informó a los padres de Layla de las implicaciones del tratamiento y obtuvo su consentimiento firmado para el procedimiento. Finalmente, Layla recibía 1 mililitro de linfocitos modificados genéticamente directamente a su torrente sanguíneo.

Los linfocitos procedían de donantes sanos y su material hereditario había recibido tres modificaciones importantes mediante el sistema de edición del genoma conocido como TALENs, un sistema que reconoce y corta secuencias específicas del ADN y permite la posterior introducción de modificaciones. En primer lugar, se había eliminado un receptor de membrana para evitar que los linfocitos de los donantes fueran reconocidos como extraños y atacados por el sistema inmune del paciente. En segundo lugar, se eliminó una proteína utilizada como diana del agente quimioterapéutico alemtuzumab, de modo que los linfocitos modificados, a diferencia de los de la paciente, eran resistentes a dicha quimioterapia. Por último, para reconocer y atacar de forma específica las células leucémicas, los investigadores introdujeron en los linfocitos un receptor que reconocía una proteína presente en estas células tumorales.

Componentes del sistema TALENs de edición del genoma sobre la cadena de ADN que reconocen de forma específica. Imagen: By David Goodsell (RCSB PDB Molecule of the Month) [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)].
Componentes del sistema TALENs de edición del genoma sobre la cadena de ADN que reconocen de forma específica. Imagen: By David Goodsell (RCSB PDB Molecule of the Month) [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)].
Los investigadores del GOSH y del Instituto de Salud Infantil del University College London, en colaboración con la empresa Cellectis habían estado desarrollando biobancos de este tipo de linfocitos modificados y estaban esperando las últimas etapas de evaluación para iniciar los ensayos clínicos. No obstante, tras conocer el caso de Layla obtuvieron un permiso especial para utilizar el nuevo tratamiento antes de lo programado.

Poco más de dos semanas después de introducir en la pequeña los linfocitos modificados, los investigadores observaban la primera pista de que la terapia podía estar funcionando: una erupción en la piel indicaba una respuesta inmune por parte de los linfocitos. “Puesto que esta era la primera vez que el tratamiento era utilizado, no sabíamos si o cuándo funcionaría, por lo que subimos a las nubes cuando ocurrió,” manifiesta Paul Veys, jefe del equipo de médicos que trató a Layla. “Su leucemia era tan agresiva que tal respuesta es casi un milagro.”

La pequeña paciente recibió una inyección de linfocitos T modificados genéticamente para no ser rechazados y atacar las céluals del cáncer. Imagen: BruceBlaus. Blausen.com staff. "Blausen gallery 2014". Wikiversity Journal of Medicine. DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 20018762. [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)].
La pequeña paciente recibió una inyección de linfocitos T modificados genéticamente para no ser rechazados y atacar las céluals del cáncer. Imagen: BruceBlaus. Blausen.com staff. “Blausen gallery 2014”. Wikiversity Journal of Medicine. DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 20018762. [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)].
Tras diversos análisis, una vez los médicos estaban seguros de que las células de la leucemia habían sido eliminadas, Layla se sometió a otro trasplante de médula ósea con el que reemplazaron su sistema inmune y células sanguíneas, los cuales habían sido barridos tras el tratamiento. De momento, la pequeña paciente se recupera en su casa, aunque deberá someterse a repetidos chequeos para comprobar que todo se mantiene. “Aunque ella está bien en este momento, no sabemos lo que nos traerá el futuro,” comenta su padre. “Por ahora, todavía tiene chequeos mensuales de su médula ósea y quizás tenga que tomar algunas medicinas durante el resto de su vida.”

A pesar del éxito conseguido con Layla, los investigadores se muestran prudentes y resaltan la necesidad de replicar los resultados en otros pacientes antes de plantear la utilización del método de modo más amplio. “Hemos utilizado únicamente este tratamiento en una pequeña niña muy fuerte, y tenemos que ser cautos acerca de considerar que este sea una opción terapéutica adecuada para todos los niños,” indica Waseem Quasim, profesor en el University College London y consultor en el GOSH. “Sin embargo, es un hito en la utilización de las nuevas tecnologías de edición del genoma y los efectos de esta niña han sido asombrosos.” En el caso de replicarse, el tratamiento podría representar un gran paso en el tratamiento de la leucemia y otros cánceres.

La enfermedad de Layla es la segunda en la que se utilizan directa o indirectamente sistemas de edición del genoma humano como parte de la terapia (el primero se llevó a cabo en pacientes con VIH en 2014). Con el tiempo y optimización de las técnicas, se espera que puedan utilizarse no sólo en cáncer sino también en enfermedades genéticas hereditarias, como, por ejemplo, la hemofilia.

Fuente:

World first use of gene-edited immune cells to treat ‘incurable’ leukaemia http://www.gosh.nhs.uk/news/latest-press-releases/2015-press-release-archive/world-first-use-gene-edited-immune-cells-treat-incurable-leukaemia

 

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