La longitud de los telómeros y su relación con la salud humana han sido objeto de intenso estudio durante los últimos años. En general, la presencia de telómeros más largos se ha asociado a una mayor longevidad, además de proteger frente a enfermedades cardiovasculares. Desafortunadamente, las células cancerosas también promueven su longevidad manteniendo la longitud de sus telómeros.
Un estudio de la Universidad de California San Francisco, dirigido por Margaret Wrensch y publicado en Nature ha encontrado que variantes genéticas cerca de dos genes relacionados con la longitud de los telómeros están asociadas con el riesgo a padecer glioma, el cáncer más común del sistema nervioso, replanteando nuevamente la relación de los telómeros con el desarrollo de enfermedades.
Los dos genes son TERT (telomerase reverse transcriptase) y TERC (telomerase RNA component) y ambas variantes genéticas, que no sólo están asociadas al riesgo a desarrollar gliomas, sino también a una mayor longitud de los telómeros, se encuentran en una elevada proporción de la población, más del 50%. Esto plantea una paradoja molecular en la que un mismo factor genético puede resultar beneficioso y perjudicial al mismo tiempo.
Los autores sugieren la existencia de fuerzas selectivas opuestas que derivan en un equilibrio entre los beneficios y desventajas de tener los telómeros largos. De este modo, tanto una reducción como un aumento en la longitud de los telómeros pueden derivar en procesos patológicos en función de la enfermedad considerada. En este sentido, es posible que la implicación de TERT, TERC y su relación con la longitud de los telómeros vaya más allá del riesgo a desarrollar un glioma, puesto que variantes de ambos genes también han sido asociadas con otros tipos de cáncer, así como a la fibrosis pulmonar idiopática.
Fuente: Variants near TERT and TERC influencing telomere length are associated with high-grade glioma risk. Nat Genet. 2014 Jun 8. doi: 10.1038/ng.3004.