Polémica y preocupación ante la edición del genoma en embriones humanos

Las nuevas técnicas de edición del genoma han abierto la posibilidad de modificar de forma precisa el ADN humano. La tecnología, según un gran número de especialistas, ya está puesta a punto. Las consecuencias de su aplicación, sin embargo, todavía se desconocen.

Un año después de que se obtuvieran con éxito los primeros primates adultos con mutaciones específicas, introducidas mediante técnicas de edición del genoma, los intensos rumores de que ya se ha modificado el genoma en embriones humanos han levantado la voz de alarma en la comunidad científica. Dichos rumores parecen tener fundamento, ya que el equipo de Nature News ha comunicado que varios investigadores, que no desean hacer públicos sus nombres, han informado de la existencia de diversos trabajos, en los que se ha modificado el genoma en embriones humanos, que están siendo considerados para su publicación. Ante esta posibilidad, la respuesta no se ha hecho esperar y cinco expertos en técnicas de edición del genoma han publicado un comentario en el que solicitan una moratoria por parte de la comunidad científica al completo, para retrasar la utilización de esta tecnología en humanos y en el que urgen a iniciar el diálogo sobre si deberían de llevarse a cabo investigaciones futuras que conlleven la modificación genética de células germinales en la especie humana, y en qué circunstancias deberían permitirse.

Editando directamente el genoma de un embrión en el estadío de una célula se puede llegar a obtener un individuo con todas sus células modificadas. No obstante, la tasa con la que esto se consigue es baja, y existe la posibilidad de que se genere un mosaico, esto es, que el organismo obtenido, no tenga la misma composición genética en todas sus células. Debido a esta razón, la aproximación requiere la generación de un gran número de embriones para obtener uno completamente modificado. Otro planteamiento es la obtención de células germinales (óvulos y espermatozoides) modificadas, con los que, posteriormente, llevar a cabo la fecundación. Mediante este método se pueden generar multitud de células o embriones modificados entre los que se podrían seleccionar aquellos que incluyen el cambio. Una vez desarrollados en adultos, los individuos modificados podrían transmitir parte de su genoma editado a su descendencia.

Las aplicaciones médicas de una modificación precisa y dirigida del genoma humano en embriones son inmediatas, ya que su utilización evitaría la transmisión de enfermedades causadas por mutaciones patogénicas a la descendencia. Sin embargo, no se sabe si esta modificación del genoma podría generar problemas después del nacimiento o a largo plazo, ni las consecuencias que podría haber a nivel de la especie humana en su conjunto en las sucesivas generaciones. Sin olvidar, que aunque la intención inicial fuera exclusivamente terapéutica, la tecnología puede potencialmente introducir cambios relacionados con otras características, léase color de ojos, de pelo…y la facilidad con la que se puede utilizar podría derivar en el temido diseño de “niños a la carta”. En cualquier caso, en su comentario, titulado “No editad la línea germinal humana”, los investigadores señalan que, sean o no filosófica o éticamente justificables, estas aplicaciones son irrelevantes hasta que sea posible demostrar que su utilización es segura y se obtengan datos reproducibles a través de múltiples generaciones.

Además de la preocupación por las implicaciones éticas y de seguridad que conlleva la utilización de técnicas de edición del genoma en la línea germinal humana, los científicos temen que el impacto negativo generado por la polémica pueda afectar a la utilización de las técnicas de edición en células de la línea somática (células que no se transmiten a la descendencia), la cual está generando resultados muy prometedores para el tratamiento de diversas enfermedades humanas.

En cuanto a las consideraciones legales, aunque muchos países no tienen una legislación que permita o prohíba la ingeniería genética en humanos, por considerar esta área como algo experimental, en los países donde sí existen leyes relativas a la modificación genética, esta práctica está prohibida en humanos, al igual que en muchos casos lo está la modificación de la línea germinal. No obstante, conviene tener en cuenta que la mayor parte de las normativas fueron instauradas antes de que la avanzada técnica de CRISPR estuviera disponible, por lo que podrían ser modificadas para aceptar la intervención terapéutica.

En cualquier caso, la polémica está servida. Algunos investigadores como David Sinclair, de la Universidad de Harvard, indican que la pregunta no es si la obtención de embriones humanos modificados tendrá lugar o no, sino más bien cuándo será llevada a cabo.

Referencias:

Lanphier E, et al. Don’t edit the human germ line. Nature. 2015. March 12. Doi: 10.1038/519410a

Regalado, A. Engineering the Perfect Baby. MIT Tech Rev. 2015 http://www.technologyreview.com/featuredstory/535661/engineering-the-perfect-baby/

Cyranoski D. Scientists sound alarm over DNA editing of human embryos. Nature News. 2015. Doi: 10.1038/nature.2015.17110

 

Imagen: National Human Genome Research Institute, www.genome.org
Imagen: National Human Genome Research Institute, www.genome.org

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