¿Puede haber beneficios clínicos en la secuenciación del genoma de las personas sanas?

Amparo Tolosa, Genética Médica News

 

Cuando vamos a hacernos un chequeo médico, lo habitual es que incluya un análisis en el que se evalúe la concentración de las diferentes células sanguíneas y sustancias químicas presentes en la sangre. Alteraciones en los niveles de estos componentes pueden indicar algún problema de salud subyacente que no habíamos percibido. El médico de familia responsable interpretará los resultados generales y nos comunicará cual es nuestro estado general de salud.

Comparado con un análisis de sangre, la secuencia de nuestro ADN contiene muchísima más información en relación a nuestra salud: predisposición a enfermedades, respuesta a fármacos, probabilidad de transmitir variantes de riesgo a la descendencia… Esta información no es temporal como en el caso del análisis de sangre, sino que nos acompaña toda la vida. Además, en muchos casos conocerla a tiempo puede ayudar a prevenir la aparición de ciertas condiciones o detectarlas antes de que los efectos sean irreversibles.

 

secuenciación de personas sanas
La secuencia de nuestro ADN contiene muchísima más información en relación a nuestra salud. Imagen: Medigene Press S.L.

 

La secuenciación del genoma puede ser considerada como una prueba puntual, con potencial relevancia a largo plazo.  Teniendo esto en cuenta, ¿podría obtenerse un beneficio clínico de  la secuenciación del genoma de personas sanas?  Con el objetivo de responder a esta pregunta,  un reciente estudio acaba de evaluar el efecto de añadir la secuenciación del genoma completo a la historia familiar, dentro de la práctica de la medicina primaria.

Los investigadores reclutaron a 100 pacientes sanos de edades comprendidas entre los 40 y65 años  y 9 especialistas en medicina general asistencial. Cincuenta de los pacientes recibieron un informe basado en su historia familiar y clínico. En los cincuenta restantes se realizó también un análisis de la secuencia del ADN y recibieron un informe en el que también se incluía el riesgo a enfermedades monogénicas, información sobre la presencia de alelos de riesgo, respuesta a fármacos y riesgo poligénico a algunos rasgos cardiometabólicos.  En ambos grupos, los pacientes tuvieron una sesión con su médico de atención primaria para discutir los resultados del informe.

Tras recibir los informes médicos, los profesionales de atención primaria decidieron qué medidas médicas debían tomarse en cada caso. Así, se recomendaron acciones en un 16% de los pacientes que sólo habían recibido informe basado en el historial clínico y familiar, frente al 34% de los pacientes en los que además se había analizado su genoma.

Además, al analizar los resultados, el equipo encontró que 11 de los 50 pacientes cuyo ADN fue secuenciado mostraban riesgo genético a una condición hereditaria. De ellos, dos mostraban signos clínicos suficientes para poder realizar un diagnóstico clínico de fundus albupunctatus y porfiria. Otros dos pacientes resultaron ser homocigóticos para una variante patogénica en el gen HFE y ya habían recibido un diagnóstico de hemocromatosis hereditaria con antelación.

“Nos sorprendió ver tantas personas ostensiblemente sanas ser portadoras de una variante de riesgo para una enfermedad genética rara,” señala Heidi Rehm, directora del Laboratorio de Medicina Molecular en el Brigham and Women’s Hospital y codirectora del trabajo. “Encontramos que cerca de un quinto de esta muestra de la población era portadora de variantes patogénicas, y esto sugiere que la carga potencial del riesgo a una enfermedad rara en nuestra población general podría ser mayor de lo previamente sospechado.”

Aunque en algunos casos la información genómica puede mejorar el cuidado de la salud, los resultados del trabajo no apoyan la incorporación de la secuenciación del genoma en la atención médica primaria como algo rutinario.

La posibilidad de tener un beneficio clínico de la secuenciación del genoma en medicina primaria depende de la capacidad de los profesionales que trabajan en esta área para interpretar los resultados genéticos y decidir qué tipo de pruebas o protocolo seguir a continuación.  Los nueve especialistas en medicina general que participaron en el estudio recibieron seis horas de entrenamiento para aprender a interpretar los resultados de un informe genético proporcionado por los laboratorios de análisis. Sus decisiones fueron evaluadas por especialistas en genética, que consideraron que ocho de ellas habían sido apropiadas y 2 incorrectas. Esto llevó a los investigadores a considerar que, si bien los médicos de medicina primaria pueden ser capaces de manejar los resultados genómicos forma apropiada, en algunos casos, esta información lleva a acciones clínicas adicionales que no tienen utilidad clínica o efecto a corto plazo.

Otro factor que fue evaluado en el estudio fue el cambio del estilo de vida en ambos grupos de pacientes, en relación a los resultados del informe. En este caso, los investigadores observaron que un 41% de los pacientes del grupo en el que se había llevado a cabo secuenciación del genoma habían modificado sus hábitos, frente al 34% observado en el otro grupo.

Los investigadores concluyen que aunque en algunos casos la información genómica puede mejorar el cuidado de la salud, los resultados del trabajo no apoyan la incorporación de la secuenciación del genoma en la atención médica primaria como algo rutinario. Uno de cada cinco pacientes recibió un diagnóstico molecular nuevo y únicamente uno de cada 25 recibió un diagnóstico clínico nuevo.

En cualquier caso, los autores del trabajo reconocen que la muestra utilizada es pequeña y los resultados son preliminares, por lo que deberán realizarse más ensayos antes de poder llegar a unas conclusiones definitivas.

“La integración de la secuenciación del genoma y otras tecnologías ómicas en la práctica diaria de la medicina es una perspectiva extraordinariamente emocionante, con el potencial de anticipar y prevenir enfermedades a lo largo de la vida de un individuo,” señala Robert C. Green, profesor en la Universidad de Harvard, y director del proyecto. El investigador añade que serán necesarios más estudios con mayor número de participantes y seguimiento a largo plazo para demostrar el potencial completo de la medicina genómica.

Miguel Ribas, coordinador del Grupo de Trabajo en Genética y Enfermedades Raras de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, ha manifestado en Diario Médico que la secuenciación de personas sanas no cumple con los parámetros necesarios para llevar a cabo cribados masivos en la población. Ribas advierte también que la secuenciación de personas sanas podría crear enfermos potenciales que luego no llegaran a serlo, por lo que considera que es una aproximación que solo debería hacerse con sentido común y si aporta ventajas.

Investigación original: Vassy JL, et al. The Impact of Whole-Genome Sequencing on the Primary Care and Outcomes of Healthy Adult Patients: A Pilot Randomized Trial. Ann Int Med. 2017. Doi: http://dx.doi.org/10.7326/M17-0188

Fuentes:

Sequencing healthy patients reveals that many carry rare genetic disease risks. http://www.brighamandwomens.org/about_bwh/publicaffairs/news/PressReleases/PressRelease.aspx?sub=0&PageID=2758

Secuenciar el genoma de gente sana: sí para tener datos, no para uso clínico. http://m.diariomedico.com/noticia/193071

 

 

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