Amparo Tolosa, Genotipia
Un estudio, recientemente publicado en el New England Journal of Medicine ha concluido que utilizar la información genética para decidir cuáles son los anticoagulantes más adecuados en pacientes que han sufrido un ataque al corazón reduce el número de complicaciones sin afectar al riesgo de que se produzca un nuevo ataque cardiaco.
La angioplastia coronaria es un procedimiento médico destinado a abrir arterias obstruidas, que se utiliza, entre otras situaciones, en pacientes que han sufrido un ataque al corazón y muestran signos de daño cardiaco. Consiste en la inserción temporal de un balón diminuto que se infla para ayudar a expandir la arteria y en ocasiones se combina con la colocación permanente de un tubo de malla, denominado stent, que previene que la arteria se estreche de nuevo.
Tras ser sometidos a una angioplastia los pacientes deben seguir un tratamiento con anticoagulantes para evitar que se formen coágulos que comprometan el correcto flujo sanguíneo y puedan provocar un nuevo ataque al corazón. El nuevo estudio plantea utilizar la información genética del paciente para determinar cuál es el anticoagulante más adecuado.
Las recomendaciones actuales sobre el uso de anticoagulantes en pacientes que han sufrido un ataque al corazón a los que se ha realizado una angioplastia apoyan la utilización de ticagrelor y prasugrel, los inhibidores plaquetarios más potentes. Sin embargo, la mayor eficacia de estos fármacos tiene como efecto secundario aumentar el riesgo a sufrir una hemorragia.
Existe un anticoagulante alternativo, el clopidogrel, cuyos efectos secundarios no son tan fuertes. Sin embargo, el clopidogrel solo es efectivo en aproximadamente dos tercios de la población debido a que su metabolismo depende de las enzimas del citocromo p450 y existen variantes genéticas que afectan a su función. Así, un tercio de la población es portador de variantes de pérdida de función del citocromo p450 que hacen que el clopidrogrel no sea efectivo, y aumentan el riesgo a que se produzca una trombosis o fallo cardiaco en pacientes a los que se ha realizado una angioplastia tras un ataque al corazón. Para el resto de la población, y de pacientes, la eficacia del clopidrogrel es similar a la de los otros anticoagulantes.
El objetivo de los investigadores del trabajo era estimar si una selección del anticoagulante basada en variantes genéticas que afectan al citocromo p450, permitiría reducir el riesgo a que se produzcan hemorragias sin aumentar las posibilidades de que se produzca un evento trombótico.
El equipo diseñó un ensayo clínico en el que se incluyeron 2 488 pacientes que habían sido sometidos a una angioplastia tras un ataque al corazón. Del grupo de pacientes, 1 246 siguieron el tratamiento estándar y 1 242 recibieron un tratamiento acorde a su composición genética para el gen CYP2C19.
Los resultados indican que el tratamiento con clopidogrel, basado en la información genética de los pacientes, no es inferior al tratamiento con los otros anticoagulantes en cuanto a la prevención de un evento trombótico. Además, los investigadores observaron una reducción de más del 20% en la incidencia de sangrados. “Si aplicamos este nuevo enfoque genético a todos los pacientes con un ataque cardíaco, se pueden prevenir muchas hemorragias y, por lo tanto, mucha miseria para los pacientes”, destaca Jurren ten Berg, cardiólogo en el Hospital St Antonius en Nieuwegein y director del trabajo. “Más pacientes tendrán más calidad de vida después de un ataque cardíaco».
Los autores del trabajo reconocen que con los últimos avances producidos en el desarrollo de stents más efectivos, se ha reducido el riesgo a que se formen coágulos tras un evento coronario agudo. Este parece un contexto favorable para plantear la utilización de clopidogrel, teniendo en cuenta la variabilidad genética que existe en su metabolismo.
Este es el mayor estudio realizado hasta la fecha en el que se evalúa la efectividad del clopidogrel administrado en base al genotipo de los pacientes, tras un ataque al corazón y angioplastia. En él han participado centros hospitalarios de diferentes países europeos, principalmente Holanda.
Los investigadores también evaluarán el efecto de adaptar el tratamiento según el genotipo de los pacientes sobre el coste económico de la atención médica. Realizar una prueba genética puede implicar gastos adicionales, pero el clopidogrel es más barato y si además, el número de complicaciones disminuye se evitarían gastos de seguimiento o reingresos.
Investigación original: Claasens DMF, et al. A Genotype-Guided Strategy for Oral P2Y12 Inhibitors in Primary PCI. NEJM. 2019. Doi: http://dx.doi.org/10.1056/NEJMoa1907096
Fuente: Wereldwijd uniek onderzoek naar gepersonaliseerde keuze bloedverdunners blijkt succesvol. https://www.antoniusziekenhuis.nl/nieuws/snelle-genetische-test-zorgt-voor-minder-bloedingen-na-hartinfarct
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