Variantes genéticas predisponen al linfoma de Hodgkin
Amparo Tolosa, Genotipia
Un estudio dirigido por el Hospital St. Jude de Niños ha identificado 44 variantes genéticas de riesgo para el linfoma de Hodgkin.
Como ocurre con otros tipos de cáncer, el linfoma de Hodgkin se inicia con la aparición de mutaciones en el ADN en las células afectadas (en este caso los linfocitos B) que alteran su control del ciclo celular y favorecen la proliferación y crecimiento descontrolado. La mayor parte de estas mutaciones son somáticas y se producen tras el nacimiento. No obstante, los estudios de agregación familiar muestran que en ocasiones el linfoma de Hodgkin se produce de forma repetitiva en una misma familia, lo que apunta a que puede haber también predisposición genética.
Un reciente estudio genómico, dirigido por investigadores del Hospital St. Jude y otros centros y publicado en Blood, aporta nuevas claves sobre la predisposición genética al linfoma de Hodgkin y los genes que contribuyen a la misma.
Los investigadores analizaron el genoma de 234 personas de 36 familias con agregación familiar de linfoma de Hodgkin y, a partir de la reconstrucción de los pedigrís familiares y el estudio de transmisión de variantes, identificaron 44 variantes genéticas de riesgo. Estas variantes, germinales, se transmiten en las familias estudiadas junto al linfoma de Hodgkin por lo que se consideran de predisposición a la enfermedad, aunque los investigadores señalan que también puede haber factores ambientales implicados.
Las variantes, 33 de ellas localizadas en regiones codificantes y 11 en regiones no codificantes del genoma, apuntan a genes no relacionados previamente con el linfoma de Hodgkin, como PAX5, GATA3, IRF7, EEF2KMT o POLR1E, además de genes ya conocidos como KDR y KLHDC8B. Los cambios más recurrentes observados en las familias analizadas consisten en una variante en la región codificante del gen KDR, una variante en la región reguladora de KLHDC8B y una variante en un intrón de GATA3. Además, los investigadores resaltan la identificación de diferentes variantes que interrumpen el gen POLR1E en tres de las familias analizadas.
Conocer qué variantes o genes contribuyen a aumentar el riesgo de que una persona tenga linfoma de Hodgkin ofrece diversos beneficios. Por una parte, puede ayudar a identificar qué miembros de la familia tienen mayor riesgo a desarrollar la enfermedad en los casos familiares o hereditarios. Además, contribuye a identificar nuevas dianas de tratamiento.
“Las variantes hereditarias pueden ser una pieza importante que falta en el puzle cuando se intenta entender por qué ciertas personas tienen más probabilidad de tener un tipo de cáncer”, indica Jun J Yang, investigador en el Centro de Cáncer del Hospital St Jude, y uno de los directores del trabajo. “La secuenciación de genomas completos que permiten mirar más allá de las principales variantes genéticas hacia las variantes no codificantes o epigenéticas es una herramienta muy poderosa para ayudar a explicar lo que pone a una persona en un mayor riesgo a desarrollar linfoma de Hodgkin”.
Artículo científico: Flerlage JE, et al. Discovery of novel predisposing coding and noncoding variants in familial Hodgkin lymphoma. Blood. 2022 Aug 17:blood.2022016056. doi: 10.1182/blood.2022016056.
Fuente: Family ties: Inherited genetic variants increase risk of Hodgkin lymphoma. https://www.stjude.org/media-resources/news-releases/2022-medicine-science-news/inherited-genetic-variants-increase-risk-of-hodgkin-lymphoma.html
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