Un nuevo conjunto de 21 directrices establece un modelo común para la supervisión o «mentoría» en asesoramiento genético en Europa, proceso que permite mejorar la práctica clínica, prevenir el agotamiento y reforzar la toma de decisiones éticas.
El asesoramiento genético es una actividad compleja que combina el conocimiento científico con habilidades en la comunicación clínica y atención emocional de los pacientes. Una parte esencial para el desarrollo profesional en esta disciplina es lo que se conoce como supervisión en asesoramiento, un proceso educativo y reflexivo continuo que permite a los asesores genéticos examinar sus prácticas clínicas, explorar sus respuestas emocionales y abordar los dilemas éticos que surgen en su labor cotidiana.
Lejos de limitarse a la etapa formativa, la supervisión en asesoramiento genético está concebida como un proceso continuo, que se extiende a lo largo de toda la carrera profesional. Su objetivo es doble: mejorar la calidad del servicio ofrecido a los pacientes y proporcionar un espacio de apoyo y desarrollo para quienes ejercen la profesión.
A pesar de su utilidad, la supervisión o mentoría estructurada en asesoramiento genético continúa siendo una práctica irregular y poco reconocida en Europa. Con la intención de llenar este vacío, un equipo multidisciplinar liderado por Investigadoras del Instituto de Investigación e Innovación en Salud (i3S) de la Universidad de Oporto ha desarrollado un conjunto de 21 recomendaciones orientadas a establecer un marco sólido, ético y adaptable para la supervisión en el contexto del asesoramiento genético en Europa. Estas recomendaciones se han publicado en la revista European Journal of Human Genetics.
“Una supervisión bien estructurada en el ámbito del asesoramiento genético no solo contribuye al desarrollo profesional y al aprendizaje continuo, sino que también mejora la práctica reflexiva y fortalece la resiliencia emocional de quienes la ejercen”, señala Milena Paneque, investigadora del Instituto de Investigación e Innovación en Salud (i3S) de la Universidad de Oporto y coautora del artículo. “Ofrece un espacio seguro para abordar los desafíos éticos y emocionales de la práctica clínica, favorece relaciones de apoyo entre profesionales y, en última instancia, impulsa una atención más empática, colaborativa y centrada en el paciente”.

Recomendaciones clave para una supervisión en asesoramiento genético efectiva
Las investigadoras proponen una aproximación integral para la supervisión en el asesoramiento genético articulada en diferentes ejes que pueden adaptarse a los diferentes contextos europeos.
En primer lugar, destacan la importancia de entender la supervisión como una herramienta sostenida a lo largo del tiempo, no solo vinculada a la etapa formativa, sino también al desarrollo profesional continuo. En este contexto, la «mentoría» tiene doble objetivo: prevenir el agotamiento emocional de los profesionales y promover una práctica ética y reflexiva.
Desde el punto de vista estructural, las autoras defienden que la supervisión debe integrarse como parte obligatoria en los procesos de certificación y acreditación profesional. Este reconocimiento institucional requiere que los sistemas sanitarios y las políticas públicas aseguren la financiación y sostenibilidad de los programas de supervisión del asesoramiento genético, evitando desigualdades en el acceso.
El ámbito educativo también ocupa un lugar central en las recomendaciones. Las autoras proponen introducir la supervisión desde los primeros años de formación académica. De esta forma los futuros profesionales pueden desarrollar habilidades de autorreflexión, conciencia ética y competencias emocionales desde el inicio de su trayectoria. Paralelamente, sugieren impulsar campañas de sensibilización dirigidas a profesionales, asociaciones, organismos reguladores y sociedades científicas para reforzar el valor de la supervisión dentro del ejercicio clínico.
En cuanto a la implementación práctica, el modelo plantea una supervisión flexible, que combine sesiones individuales y grupales según las necesidades del profesional y su nivel de experiencia. Se recomienda una frecuencia mínima mensual y una duración estándar de una hora por sesión. Además, se aconseja que las reuniones tengan lugar en entornos distintos al espacio clínico habitual o, cuando sea necesario, a través de plataformas digitales seguras que garanticen la confidencialidad y la apertura en la comunicación.
Finalmente, las expertas en asesoramiento genético resaltan la necesidad de establecer indicadores de calidad que permitan evaluar el impacto de la supervisión tanto en la práctica clínica como en el bienestar de los profesionales y la calidad de la atención. Para ello, tanto supervisores como supervisados deben recibir formación específica que asegure un proceso eficaz, basado en evidencia y orientado a la mejora continua.
Una práctica desigual en Europa y a nivel global
Aunque la supervisión en asesoramiento genético está reconocida por múltiples sociedades científicas y organismos profesionales, su implantación dista mucho de ser uniforme a nivel global.
“Actualmente, la supervisión en asesoramiento genético presenta un grado de implantación muy desigual a nivel internacional”, explica Milena Paneque. “En países como Reino Unido ya se reconoce como una práctica obligatoria y está financiada institucionalmente. También existen modelos consolidados en Australia, Canadá y Estados Unidos, donde la mentoría profesional está integrada en los servicios de Genética Médica. Sin embargo, en otros contextos, como España, Portugal o Francia, persiste un claro déficit”.
La investigadora recuerda que esta práctica no debe limitarse a los asesores genéticos: “La supervisión es igualmente necesaria para médicos genetistas, psicólogos clínicos, genetistas de laboratorio y cualquier profesional implicado en procesos de asesoramiento genético”.
Para abordar el déficit en países como España, el equipo ha recibido financiación europea a través del proyecto MAG-SUDOE, centrado en el diseño de soluciones transnacionales para la implementación de la mentoría profesional en los países del suroeste europeo. El objetivo es promover una supervisión accesible y de calidad que contribuya a mejorar la equidad en la atención genética a nivel regional.
Implicaciones para el asesoramiento genético y próximos pasos
La incorporación sistemática de la supervisión en la práctica clínica tiene un impacto en la calidad de los servicios genéticos y en el bienestar de los profesionales. No solo permite abordar los desafíos emocionales y éticos inherentes al asesoramiento genético, sino que también fortalece la toma de decisiones clínicas y las habilidades comunicativas.
En un escenario donde los casos son cada vez más complejos y emocionalmente demandantes, disponer de un espacio profesional donde reflexionar sobre las propias prácticas, recibir retroalimentación y apoyo emocional puede ser determinante para evitar el agotamiento y mejorar la atención al paciente.
“Una supervisión bien estructurada en el ámbito del asesoramiento genético no solo contribuye al desarrollo profesional y al aprendizaje continuo, sino que también mejora la práctica reflexiva y fortalece la resiliencia emocional de quienes la ejercen”, señala Paneque. “Ofrece un espacio seguro para abordar los desafíos éticos y emocionales de la práctica clínica, favorece relaciones de apoyo entre profesionales y, en última instancia, impulsa una atención más empática, colaborativa y centrada en el paciente”.
El principal reto de la supervisión en asesoramiento genético es su implementación. Y solo puede implementarse lo que es reconocido. “Será fundamental, en primer lugar, que se reconozca formalmente la profesión de asesor genético en todos los países europeos”. destaca Paneque. “Solo así será posible formar mentores cualificados que puedan ofrecer espacios estructurados de reflexión clínica y mejora continua de competencias”.
Paneque añade que “será imprescindible establecer un marco normativo claro que regule esta práctica, de forma que se garantice su calidad, sostenibilidad y accesibilidad dentro de los sistemas públicos de salud”. De momento, las directrices son solo el primer paso hacia un modelo europeo más cohesionado, ético y eficaz en el ámbito del asesoramiento genético.
Artículo científico
Guimarães L, et al. Guidelines for genetic counselling supervision in Europe: a roadmap for ethical, effective, and reflective practice. Eur J Hum Genet. 2025 Oct 13. DOI: 10.1038/s41431-025-01946-2


