Amparo Tolosa, Genética Médica News
Eric Lander, Françoise Baylis, Feng Zhang, Emmanuelle Charpentier, Paul Berg y 13 expertos más en la edición del genoma han escrito un comentario en Nature en el que reclaman una moratoria global para la edición del genoma humano en la línea germinal en el ámbito clínico. El objetivo de esta prórroga es asegurar que se evalúan apropiadamente todos los aspectos sociales, científicos, técnicos y clínicos de esta tecnología.
Muchas enfermedades humanas están producidas por alteraciones en el genoma humano. Así, no es sorprendente que uno de los caminos de estudio en la investigación biomédica haya ido dirigido a corregir el problema de raíz, es decir, a “arreglar” el ADN. Con el desarrollo de las técnicas para modificar el genoma de los últimos años, cada vez se está más cerca de poder ofrecer soluciones reales a los pacientes de algunas enfermedades genéticas. De hecho, la edición del genoma ya se ha utilizado en pacientes contados, con resultados muy prometedores.
La edición del genoma puede plantearse en dos contextos. En primer lugar en células somáticas, como por ejemplo las implicadas en la enfermedad. En este caso, la modificación del ADN queda restringida a una persona y no hay consecuencias sobre el ADN de las generaciones posteriores. El segundo contexto, que es el que mayor controversia levanta, es el de la modificación en células germinales o en embriones. Esta estrategia podría plantearse en un contexto clínico para evitar la manifestación de una enfermedad o para evitar que se transmita de unos padres portadores a su descendencia (aunque en estos casos puede utilizarse también diagnóstico genético preimplantatorio). El quid de la cuestión es que la modificación de células germinales o embriones tempranos implica que los cambios introducidos pueden transmitirse a la siguiente generación y todavía se desconoce qué repercusiones puede tener esta acción. Lo cierto es que aunque las técnicas de modificación del genoma se van optimizando cada vez más, quedan algunas cuestiones importantes que resolver y la tecnología actual no es lo suficientemente fiable o segura como para plantearse en el contexto de la línea germinal.
Por esta razón, la noticia del nacimiento de las dos gemelas con el ADN modificado para hacerlas resistentes a la infección por VIH del pasado noviembre tuvo un impacto tan grande en la comunidad científica. No es que no se esperara que en algún momento fuera a editarse el genoma humano de células germinales o embriones tempranos para generar un ser humano con un ADN modificado. Es que la noticia llegó demasiado pronto, a nivel científico y social. Y lo que es más, sin un claro objetivo clínico (hay alternativas clínicas disponibles para evitar la transmisión del VIH de padres a hijos), saltándose una correcta supervisión ética y sin autorización institucional.
En su comentario, los 18 expertos en edición genómica plantean la moratoria de cinco años como un periodo para considerar los aspectos técnicos, científicos, médicos, sociales, éticos y morales de la edición del genoma germinal, así como para establecer un marco de trabajo internacional relativo a la modificación del genoma en células germinales. Esta moratoria no afectaría a la investigación sobre la edición del genoma germinal, que se entiende como una herramienta decisiva para garantizar cualquier posible utilización de esta técnica a nivel clínico, ni a la edición en células somáticas.
La modificación del ADN en la línea germinal es una acción que tiene implicaciones no solo sobre el individuo afectado sino también sobre la especie humana en su conjunto. Por lo tanto, cualquier decisión al respecto no puede ser tomada por un único estamento. Los autores del comentario destacan la importancia de que los diferentes participantes (comunidad científica, pacientes y familias, sociedades civiles, órganos de regulación) tengan su voz en el debate.
También proponen un marco internacional para la moratoria, en el que las diferentes naciones declaren públicamente que no permitirán ningún uso clínico de la edición genética de la línea germinal humana durante un periodo concreto, estimado como cinco años. El objetivo es crear un periodo de reflexión y debate en el que cada nación pueda tomar decisiones informadas acordes a su historia, cultura y sistema político. Para coordinar este marco de gobernanza sobre la edición del genoma en línea germinal, los expertos sugieren la creación o asignación de un organismo internacional coordinador que podría formar parte de la Organización Mundial de la Salud o establecerse como una entidad independiente.
Los 18 autores del comentario reconocen que la adopción de la moratoria tendrá sus costes pero estiman que el riesgo de no adoptarla podría tener consecuencias mayores. “El marco que proponemos pondrá obstáculos a los planes más osados para rediseñar la especie humana”, concluyen los expertos. “Pero los riesgos de la alternativa, que incluye causar a los pacientes y erosionar la confianza pública, son mucho peores”.
Comentario: Lander E, et al. Adopt a moratorium on heritable genome editing. Nature. 2019. Doi: http://dx.doi.org/10.1038/d41586-019-00726-5