Melissa Belló: “Tenemos mucho talento en España desaprovechado y muchas cosas todavía por saber de muchos virus”
Amparo Tolosa, Genotipia
El trabajo de la biotecnóloga Melissa Belló Pérez (Santa Pola, 1992) es vital para hacer frente a los virus patógenos. En el Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, la investigación de Belló está centrada en identificar los genes responsables de la virulencia de coronavirus humanos letales, como el conocido SARS-CoV-2, responsable de la pandemia de COVID19. Recientemente, Belló también ha participado en el desarrollo de una de las vacunas españolas más prometedoras frente al SARS-CoV-2.
Como experta en la investigación de virus, Belló defiende lo mucho que se ha avanzado en el conocimiento del coronavirus. No obstante, también destaca que queda mucho por hacer y señala a la inversión en ciencia como una necesidad para responder mejor a futuras pandemias.
Además de su faceta investigadora, Melissa Belló también es la directora del curso “Virología Aplicada a la Investigación en Biomedicina”, de Genotipia, que aborda las técnicas de análisis de virus, así como el desarrollo de vacunas y antivirales.
Hablamos con la Dra. Belló para conocer mejor su trabajo y los retos de la investigación en virus en el ámbito biomédico.
Cuando comenzó la pandemia de COVID19 usted estaba investigando otro coronavirus muy relacionado con SARS-CoV-2, ¿cómo vivieron ese inicio de pandemia en un grupo de investigación especializado en virus?
Efectivamente, me incorporé como investigadora postdoctoral en el grupo de Coronavirus del CNB-CSIC en octubre de 2019 y, en diciembre de ese mismo año, aparecieron los primeros casos de infectados por SARS-CoV-2.
Fue un momento de mucha presión en el laboratorio, tuvimos que dejar en stand by todos los proyectos en los que estábamos trabajando (en mi caso con MERS-CoV) porque lo prioritario era saber lo máximo posible sobre el nuevo coronavirus y proponer un modelo de vacuna eficaz. Trabajábamos muchísimas más horas de lo habitual, no sólo en el laboratorio, también en casa leyendo, porque cada día se actualizaba la información sobre el virus y, además, nos sentíamos con la obligación de informar a los medios sobre los avances del tema.
Por otra parte, éramos muy pocos los formados para entrar a trabajar en un laboratorio de NCB3, que son las instalaciones de seguridad biológica necesarias para trabajar con estos virus. Esto hizo que se integrasen nuevos miembros al equipo y que tuviesen que entrenarse desde cero. A diferencia del resto de laboratorios que estaban cerrados y teletrabajando, todos los laboratorios de virología aumentaron su plantilla de personal.
Forma parte del equipo del CSIC que ha desarrollado una vacuna intranasal frente al coronavirus, ¿Qué características tiene esta vacuna?
El modelo que nosotros proponemos es intranasal, porque esta vía de administración genera inmunidad esterilizante. Esto quiere decir que no solo protege de la enfermedad, sino también de la infección. La vacuna está basada en lo que llamamos “replicón”, un virus competente en replicación pero deficiente en propagación. Este sistema permite generar una respuesta inmune potente, similar a la que produciría la infección natural, pero siendo altamente segura.
¿Cómo ha sido su desarrollo?
El desarrollo ha sido lento porque hemos tenido que descifrar la combinación de genes a delecionar para obtener esa competencia en replicación y deficiencia en propagación y, no ha sido sencillo.
¿En qué fase del desarrollo se encuentra?
La eficacia de la vacuna se ha comprobado en ensayos in vivo, en ratones, y justo este mes acaba de salir pública la patente que protege la idea de este proyecto.
¿En qué otros proyectos trabaja?
Mi papel en el laboratorio es identificar genes de virulencia de coronavirus humanos letales, como SARS-CoV-2, MERS-CoV y SARS-CoV. Para ello, es necesario manipular los genomas de estos virus utilizando herramientas de ingeniería genética, además de trabajar en un nivel de seguridad biológica 3. La identificación de estos genes, que son los responsables del desarrollo de las enfermedades, así como las rutas del huésped con las que interaccionan, sirve tanto para identificar dianas, que ayudan en el desarrollo de antivirales, como para generar nuevas vacunas.
¿Qué resultados han obtenido?
En este sentido, hemos identificado una proteína accesoria de MERS-CoV cuya deleción atenúa completamente el virus in vivo. Este trabajo está publicado en la revista Plos Pathogens. En el caso de SARS-CoV-2, hemos identificado otra proteína accesoria cuya deleción atenúa el virus en un 50%, también in vivo. Este trabajo aparecerá publicado próximamente en la revista mBio.
Además, hasta que tuvimos disponible una vacuna, se trabajó mucho en la búsqueda de métodos para contener la propagación del virus. En esta línea, describí un protocolo de inactivación de SARS-CoV-2 en superficies, utilizando luz UV pulsada. Este protocolo inactiva el virus completamente y está publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health.
La pandemia de COVID19 ha puesto de manifiesto la importancia de la investigación en virus ¿De qué herramientas disponemos para prevenir o controlar futuras pandemias causadas por virus?
Sobre todo, hemos avanzado mucho en el conocimiento del virus. A nivel clínico, comprendemos la manera en la que se transmite, los síntomas que genera, el tiempo que dura la inmunidad generada por las vacunas o por una infección pasada, etc. Y a nivel biológico, hemos identificado los genes implicados en las funciones esenciales y cómo afectan las mutaciones en estos genes. Sin embargo, no todo está hecho, por ejemplo, todavía no se comprende lo que se ha acuñado con el nombre de “Long Term Covid”, que causa síntomas recurrentes (fatiga, dolor muscular, diarrea, etc) en personas que se infectaron muchos meses atrás. Queda mucho por hacer todavía. No obstante, es cierto que ya disponemos de vacunas que se pueden modificar rápidamente para protegernos si surgen nuevas variantes.
Precisamente a raíz del interés generado en los virus, fue impulsora del curso “Virología Aplicada a la Investigación en Biomedicina”, ¿Qué conocimientos principales aporta este curso y a quién puede resultar de utilidad?
Lo que ofrece este curso es una visión práctica de lo que se hace en un laboratorio de virología aplicada a la investigación. Por ejemplo, explicamos las técnicas y los sistemas modelo para el estudio de los virus, cómo se generan herramientas para el estudio y el control de los virus (vacunas, anticuerpos, antivirales), técnicas de diagnóstico, en qué condiciones se trabajan en los diferentes niveles de seguridad biológica para trabajar con virus, etc.
Son clases que no se incluyen normalmente en las clases de virología de grado, en la que se explican más bien conceptos teóricos de taxonomía, replicación, etc. Esto último también lo abordamos en el curso, pero es verdad que de forma más breve. Nos centramos en el aspecto práctico. También me gustaría destacar que todos los ejemplos que utilizamos en las explicaciones son ejemplos reales, porque los cuatro profesores del curso trabajamos en laboratorios de virología de alto prestigio, en el CSIC y en el Karolinska Institutet.
Teniendo en cuenta el contenido y el nivel, el curso va dirigido a titulados de carreras bio (biomedicina, biotecnología, bioquímica, biología, medicina, farmacia, veterinaria, enfermería, etc.), técnicos de laboratorio y titulados en grados de formación profesional relacionados con el área de ciencias de la salud o experimental y, por supuesto, profesionales clínicos e investigadores que trabajen o quieran trabajar en un laboratorio de virología. Creo que también es buena idea para todos aquellos que estén pensando en hacer una tesis doctoral y tienen dudas con la virología y otros temas.
¿Qué aspectos considera que deberían mejorar para ofrecer una mejor respuesta ante una pandemia?
Para empezar, invertir más en ciencia. Es necesario que los proyectos de investigación puedan tener una continuidad y que no se paren por falta de financiación o por las dificultades de contratación en los organismos públicos. Tenemos mucho talento en España desaprovechado y muchas cosas todavía por saber de muchos virus. Además, promover la colaboración de los sectores públicos y privados es una buena alternativa. Si se aúnan esfuerzos y se dispone de todos los recursos e instalaciones, obviamente es mucho más sencillo y rápido. También tenemos que hacer un esfuerzo por transmitir mejor la información y que se reduzca el porcentaje de negacionistas o antivacunas que hay en la población, aunque, afortunadamente, en nuestro país la vacunación fue fuertemente aceptada. Tenemos que conseguir también que las vacunas lleguen a los países subdesarrollados, donde se encuentra la mayoría de la población.
Más allá de las pandemias, los virus también son responsables de otras infecciones de interés clínico. ¿Cuáles son los principales retos de la investigación en virus en el ámbito biomédico?
Hay muchos virus emergentes (como el caso de los coronavirus y el Ébola) pero también re-emergentes. Esto último quiere decir, que un virus que ya había dejado de considerarse un problema en la salud pública por los pocos casos, vuelve a generar alarma. Este es el caso de la tuberculosis y el Dengue. El potencial riesgo de introducción o reintroducción de un virus en nuestro país es mucho mayor que en otros países, debido a su proximidad con el continente africano, endémico de multitud de enfermedades transmitidas por vectores, por el continuo movimiento humano y de aves migratorias. De hecho, la era de la pandemia antiviral ha comenzado. Esto implica un aumento de las demandas terapéuticas y de diagnósticos rápidos.
¿Qué avances cree que se producirán en los próximos 5 años y qué tecnologías cree que serán clave en este proceso?
Está claro que la secuenciación de genomas completos es el futuro de muchas aplicaciones como la vigilancia y la epidemiología. Su instauración como método rutinario en virología clínica dependerá mucho de la resolución de obstáculos para su implementación. Algunos virus se pueden detectar rápidamente con métodos moleculares. Sin embargo, para muchos otros, la caracterización completa es un salto significativo, que seguramente veremos en los próximos 5 años.
Si te ha gustado esta noticia y quieres aprender más sobre Genética en Medicina, te interesan nuestros cursos, como el de “Microbiología molecular en la práctica clínica” o “Virología Aplicada a la Investigación en Biomedicina“ y formación universitaria, así como nuestro canal audiovisual, Genotipia TV.