La infección por rotavirus es responsable de unas 450.000 muertes al año por gastroenteritis aguda, principalmente en países en desarrollo. La vacunación como medida preventiva es el método más efectivo para reducir la mortalidad asociada a los rotavirus. En la actualidad existen dos vacunas, sin embargo, su eficacia es muy baja en algunas poblaciones. Por ejemplo, diferentes ensayos en África apuntan a una protección de únicamente 20-50%. Además, las cepas de rotavirus más frecuentes en estas poblaciones son diferentes. En Europa y Norteamérica el genotipo P [8] es más frecuente, mientras que en África el genotipo P[6] prevalece.
Un estudio de la Universidad de Linköping indica que la falta de eficacia de las vacunas en determinadas poblaciones es debida a que los pacientes son genéticamente resistentes a los virus a partir de los cuales se sintetizaron las vacunas. El trabajo apunta a que los genes FUT2 y FUT3 (fucosyltransferase 2 y 3), responsables de la producción de determinados antígenos (receptor y Lewis, respectivamente) en las células del intestino, median la susceptibilidad a la infección por rotavirus sintomática.
Los investigadores analizaron la presencia de los antígenos, determinada genéticamente, a partir de muestras de saliva de niños con diarrea (resultado que confirmaron con análisis genéticos), y establecieron los genotipos de los rotavirus con los que estaban infectados a partir de muestras fecales. Los resultados indican que el fenotipo negativo para la molécula Lewis y la molécula secretora es un factor restrictivo para la infección con rotavirus de genotipo P[8], esto se traduce en que los niños que no pueden expresar la molécula Lewis, no se infectan por los rotavirus de tipo P[8], aunque sí pueden hacerlo del tipo P[6], más común en África. De hecho, los datos, obtenidos en dos poblaciones, de Burkina Faso y de Nicaragua, muestran también que los rotavirus del tipo P[6] infectan principalmente a los niños que no expresan el antígeno Lewis, fenotipo más común en las poblaciones africanas.
Puesto que la proteína de superficie VP4 del genotipo viral P[8], más frecuente en poblaciones europeas y norteamericanas, es uno de los componentes de las vacunas actuales para los rotavirus, los nuevos datos sugieren que en la población africana, donde la mayoría de los rotavirus son del tipo P[6], y donde la frecuencia de expresión de la molécula Lewis (que otorga protección a los rotavirus de tipo [P8] es menor, la composición de la vacuna debería ser reevaluada y que se deberían diseñar nuevas vacunas adaptadas a la composición genética de las poblaciones más afectadas por los rotavirus.
Referencia: Nordgren J, et al. Both Lewis and Secretor Status Mediate Susceptibility to Rotavirus Infections in a Rotavirus Genotype Dependent Manner. Clin Infect Dis. 2014 Aug 5. pii: ciu633.
Fuente: http://www.liu.se/forskning/forskningsnyheter/1.593010?l=en