Cuatro niños con distrofia de retina causada por mutaciones en el gen AIPL1 han mostrado una mejora sustancial de la visión tras recibir terapia génica en uno de sus ojos.
Las distrofias de la retina son un grupo de enfermedades hereditarias caracterizadas por provocar una pérdida progresiva de la visión. Una de las formas más graves es la amaurosis congénita de Leber causada por mutaciones en el gen AIPL1. Este gen es crucial para el desarrollo y mantenimiento de los fotorreceptores, las células encargadas de percibir la luz y transformarla en información visual.
La alteración de AIPL1 genera un déficit funcional que deriva en una pérdida visual severa desde los primeros meses de vida. Como resultado, los niños afectados solo pueden distinguir entre luz y oscuridad. Además, el deterioro celular en la retina progresa rápidamente.
Hasta el momento, la distrofia de retina por deficiencia de AIPL1 no tenía tratamiento. Sin embargo, una terapia génica podría cambiar la situación. Un estudio reciente, llevado a cabo por el Instituto de Oftalmología de la University College London y el Moorfields Eye Hospital, ha obtenido resultados positivos con la primera terapia genética dirigida a niños con deficiencia de AIPL1. Cuatro niños tratados han experimentado una mejora significativa en su agudeza visual y en la función de la retina, sugiriendo que una intervención temprana podría preservar la visión y mejorar su desarrollo. Los resultados se han publicado en la revista The Lancet.

Una terapia génica basada en proporcionar copias sanas del gen dañado a las células de la retina
La estrategia utilizada en el estudio consiste en introducir una copia funcional del gen AIPL1 en la retina, con el objetivo de restaurar la función de las células fotorreceptoras y ralentizar la degeneración. Para ello, los investigadores utilizaron un vector viral adenoasociado (AAV8), un virus modificado para transportar el gen sin causar daños.
La terapia génica se administra mediante una inyección subretiniana, técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite administrar el material genético directamente en la retina. Además, los cuatro pacientes recibieron tratamiento con corticosteroides para prevenir posibles reacciones inflamatorias. Este tipo de tratamiento es similar a la primera terapia génica aprobada para la distrofia de la retina causada por mutaciones en el gen RPE65, Luxturna.
Resultados preliminares positivos en los primeros cuatro pacientes
El ensayo clínico incluyó a cuatro niños entre 1 y 3 años, con diagnóstico confirmado de distrofia de retina asociada a mutaciones en AIPL1. Como en otros ensayos de terapia génica para distrofias, el equipo trató un único ojo de cada paciente para poder evaluar y comparar la eficacia del tratamiento con el ojo no tratado.
Tres años después de la intervención, los niños tratados mostraron una mejora cuantitativa en la agudeza visual en el ojo tratado. El ojo no tratado, sin embargo, siguió deteriorándose hasta perder la percepción de la luz. Además, los niños mostraron una mejor percepción y respuesta visual en el ojo tratado.
En paralelo, los ojos tratados mostraron cambios estructurales en la retina que sugieren una posible protección contra su degeneración progresiva.
En cuanto a la seguridad, no se registraron efectos adversos graves, aunque uno de los niños desarrolló edema macular quístico en el ojo tratado, que se redujo con el tiempo sin afectar los beneficios de la terapia.
Primeros pasos para tratar a otros pacientes
El estudio representa la primera aplicación en humanos para la deficiencia de AIPL1, una enfermedad particularmente agresiva. Los resultados sugieren que la terapia génica evaluada podría representar una opción viable y efectiva para la distrofia de retina causada por AIPL1 si se administra en edades tempranas, cuando aún hay células fotorreceptoras funcionales.
En la actualidad, los investigadores buscan ampliar el acceso a este tratamiento y evaluar la posibilidad de tratar ambos ojos de manera secuencial para obtener mejores resultados. “Disponemos, por primera vez, de un tratamiento eficaz para la forma más grave de ceguera infantil y de un posible cambio de paradigma para el tratamiento en las fases más tempranas de la enfermedad”, ha destacado Michael Micaelides, profesor de oftalmología en el Instituto de Ofthalmología del University College London. “Los resultados obtenidos en estos niños son impresionantes y demuestran el poder de la terapia génica para cambiar vidas”.
Mientras tanto, los pacientes han experimentado mejoras notables en su calidad de vida. “Después de la operación, Jace empezó inmediatamente a dar vueltas, bailar y hacer reír a las enfermeras”, ha señalado la madre de uno de los pacientes. “Empezó a responder al televisor y al teléfono a las pocas semanas de la operación y, a los seis meses, podía reconocer y nombrar sus coches favoritos a varios metros de distancia; sin embargo, su cerebro tardó en procesar lo que ahora podía ver. Dormir puede ser difícil para los niños con pérdida de visión, pero ahora se duerme con mucha más facilidad, lo que hace que la hora de acostarse sea una experiencia agradable”.
Artículo científico: Michaelides M, et al. Gene therapy in children with AIPL1-associated severe retinal dystrophy: an open-label, first-in-human interventional study. Lancet. 2025 Feb 22;405(10479):648-657. doi: 10.1016/S0140-6736(24)02812-5.
Fuente: Genetic therapy gives infants life-changing improvements in sight. https://www.ucl.ac.uk/news/2025/feb/genetic-therapy-gives-infants-life-changing-improvements-sight
