La inhibición de la proteína inflamatoria interleucina 11 (IL-11) mejora la salud y aumenta hasta un 25% la esperanza de vida en ratones.
La búsqueda de tratamientos que prolonguen la vida saludable es uno de los grandes retos de la biomedicina moderna. Con este objetivo se han propuesto e investigado diversas estrategias para prolongar la vida, principalmente en modelos animales. Sin embargo, pocas han logrado mantener la calidad de vida y extender la longevidad de forma paralela.
En esta dirección, investigadores del Medical Research Council de Reino Unido y el Imperial College London, en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad Duke y la Universidad Nacional de Singapur, han identificado una nueva estrategia prometedora: la inhibición de una proteína inflamatoria llamada IL-11. Los primeros resultados en ratón, señalan que bloquear esta proteína puede extender significativamente la vida saludable de ratones. Los resultados se han publicado en la revista Nature.
«Estos resultados son muy interesantes. Los ratones tratados tenían menos cáncer y no presentaban los signos habituales de envejecimiento y fragilidad, pero también observamos una reducción del desgaste muscular y una mejora de la fuerza muscular”, ha destacado Stuart Cook, investigador del Medical Research Council Laboratory of Medical Science y el Duke-NUS Medical School en Singapur, y uno de los directores del trabajo. “En otras palabras, los ratones viejos que recibieron anti-IL-11 estaban más sanos”.
La inflamación como diana frente al envejecimiento
Los investigadores plantearon la inflamación crónica como diana para actuar frente al envejecimiento. Esta respuesta inflamatoria prolongada es una característica común de muchas enfermedades crónicas y juega un papel crucial en el desarrollo de patologías relacionadas con la edad, como la aterosclerosis, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas.
El equipo propuso como diana de tratamiento a la interleucina 11 o IL-11, una proteína proinflamatoria que activa rutas metabólicas relacionadas con el envejecimiento, cuya actividad aumenta en las personas mayores.
Para probar su teoría los investigadores bloquearon la actividad de IL-11 a nivel genético y farmacológico con resultados positivos en ambos casos.
En primer lugar, el equipo generó ratones en los que eliminó el gen que da lugar a IL-11 y observó que estos ratones vivían de media hasta un 24.9% más que los ratones normales. Además, los ratones sin IL-11 mostraron menos signos de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como cáncer, fibrosis y problemas metabólicos.
A continuación, los investigadores intentaron reproducir los resultados mediante una aproximación farmacológica, estrategia más fácil de trasladar a humanos para retrasar el envejecimiento. En este caso, el equipo administró un tratamiento con anticuerpos anti-IL-11 a ratones de 75 semanas de edad (el equivalente a unos 55 años en humanos), lo que resultó en una extensión de la vida media del 22.4% en machos y 25% en hembras. El tratamiento también extendió notablemente la salud de los animales: mostraron menos signos de características asociadas a la edad y la inflamación crónica que los ratones control.
Los efectos de bloquear IL-11 deberán confirmarse en humanos
Los resultados del trabajo abren una nueva vía para actuar frente al envejecimiento en humanos. En la actualidad el tratamiento con anticuerpos frente a IL-11 ya se está evaluando en ensayos clínicos con pacientes para enfermedades concretas como la fibrosis. Estos estudios indican que el tratamiento podría ser seguro.
No obstante, deberá analizarse si la inhibición de IL-11 tiene un efecto más global, en las diferentes condiciones provocadas por la edad. Los resultados preliminares del estudio en ratones indican que ese podría ser el caso, dado que el gen IL-11 aumenta en todos los tejidos con la edad. Sin embargo, como ha destacado a Science Media Centre Ilaria Bellantuono, catedrática de Envejecimiento Musculoesquelético en la Universidad de Sheffield, quien no ha participado en el estudio, los experimentos se realizaron en animales control, que no desarrollan enfermedades crónicas de forma espontánea. Otra limitación que resalta Bellantuono es que las terapias basadas en anticuerpos suelen ser más caras que otras opciones como las moléculas pequeñas. “Además, no hay pruebas de que funcione en edades avanzadas, cuando los déficits son más importantes. La intervención en este estudio comenzó a los 18 meses de edad. En ratones, esto equivale a una persona de 50 años sin signos graves de envejecimiento”, señala la investigadora.
Respecto a sus implicaciones en la práctica real, Bellantuono destaca que un problema es que no se dispone de pruebas en pacientes. “Aunque se están realizando ensayos en EE.UU., hay obstáculos científicos que superar para utilizar estas intervenciones en pacientes, como entender quién está en riesgo de fragilidad y se beneficiaría de la intervención. Es impensable tratar a todas las personas de 50 años durante el resto de su vida. Todos los fármacos tienen efectos secundarios y un coste asociado”, indica la catedrática.
Artículo científico: Widjaja, A.A., Lim, WW., Viswanathan, S. et al. Inhibition of IL-11 signalling extends mammalian healthspan and lifespan. Nature. 2024. https://doi.org/10.1038/s41586-024-07701-9
Fuente: Inhibiting IL-11 in mice extends healthy lifespan and reduces hallmarks of diseases associated with ageing. https://lms.mrc.ac.uk/scientists-find-master-switch-which-could-hold-the-key-to-longer-healthier-lives/
El bloqueo de una proteína mejora la salud y la esperanza de vida en ratones. https://sciencemediacentre.es/el-bloqueo-de-una-proteina-mejora-la-salud-y-la-esperanza-de-vida-en-ratones
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