La Sociedad Europea de Oncología Médica recomienda limitar a siete los genes que deben incluirse en los paneles de análisis de mutaciones germinales en cáncer de mama.
En los últimos años la realización de pruebas genéticas en pacientes con cáncer de mama ha adquirido una relevancia creciente en la práctica clínica. Esta práctica ha sido impulsada por dos razones principales: la progresiva implantación de la genética y las tecnologías de secuenciación en la atención sanitaria y el hecho de que cada vez hay más indicaciones terapéuticas basadas en alteraciones genéticas. Por ejemplo, la utilización de inhibidores de PARP está condicionada por la presencia de determinadas mutaciones en genes relacionados con la reparación del ADN.
La expansión en el uso de pruebas genéticas ha llevado a la incorporación rutinaria de paneles que analizan múltiples genes en pacientes recién diagnosticadas de cáncer de mama para ver si existe una predisposición genética específica. Sin embargo, la composición de estos paneles puede variar notablemente, desde incluir únicamente los genes BRCA1 y BRCA2 a paneles con más de 50 genes, donde no todos tienen una relación clara con el cáncer de mama.
Ante este escenario, la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) ha publicado nuevas recomendaciones para optimizar la selección de genes a analizar en las pruebas donde se analiza ADN germinal (no ADN tumoral) en pacientes con cáncer de mama. El objetivo de estas recomendaciones es priorizar aquellos genes con mayor utilidad clínica que puedan contribuir a reducir la mortalidad relacionada con el cáncer. Los detalles se han publicado en Annals of Oncology.

Un panel de siete genes centrado en la utilidad clínica en cáncer de mama
Para elaborar las recomendaciones, el Grupo de Trabajo de Oncología de Precisión de la ESMO reunió a un panel internacional de expertos que evaluó las evidencias disponibles sobre un amplio conjunto de genes de susceptibilidad al cáncer de mama. En su análisis se centraron en tres criterios principales: el riesgo de cáncer, la aplicabilidad clínica y el beneficio en términos de mortalidad relacionada con el cáncer.
A partir de esta evaluación, los expertos recomiendan que los paneles que analizan mutaciones germinales de cáncer de mama incluyan exclusivamente los siguientes siete genes: BRCA1, BRCA2, PALB2, RAD51C, RAD51D, BRIP1 y TP53 (este último solo en mujeres diagnosticadas antes de los 40 años). Todos estos genes han demostrado, en mayor o menor grado, un beneficio en términos de intervención clínica, prevención secundaria o reducción de mortalidad por cáncer.
Por el contrario, el grupo desaconseja la inclusión sistemática de genes de penetrancia moderada como ATM y CHEK2, debido a su asociación principalmente con cánceres con receptores hormonales positivos y la falta de evidencia clara sobre beneficios en supervivencia. También desaconseja la inclusión rutinaria de genes asociados a síndromes hereditarios como PTEN, CDH1, STK11 y NF1. Los expertos recomiendan el análisis de estos genes únicamente en casos con rasgos clínicos o antecedentes familiares específicos, donde se haya realizado una valoración por genética clínica previa.
Implicaciones para la práctica clínica y la salud pública
Las nuevas directrices de ESMO plantean un cambio en la estrategia de análisis genético en cáncer de mama. Recomiendan una aproximación más selectiva y basada en el beneficio clínico demostrado. Esta estrategia busca equilibrar los beneficios de identificar variantes patogénicas con las posibles consecuencias negativas de pruebas excesivamente amplias como por ejemplo ansiedad, sobrediagnóstico, vigilancia innecesaria o consumo de recursos sanitarios.
La inclusión de solo siete genes en los paneles multigénicos permite una implementación más uniforme, facilita la toma de decisiones clínicas inmediatas y reduce la probabilidad de obtener resultados inciertos que generen dilemas en el manejo de las pacientes y sus familias. Esta propuesta también responde a consideraciones de eficiencia y sostenibilidad, al evitar intervenciones preventivas costosas en ausencia de evidencia clara de mejora en la supervivencia.
“Si, para un gen determinado, los riesgos de cáncer asociados no son sólidos y/o no hay pruebas de que las intervenciones de detección y prevención temprana derivadas mejoren la mortalidad relacionada con el cáncer para los portadores de variantes germinales patogénicas, el análisis de ese gen puede provocar daños clínicos y un desvío de los recursos sanitarios. Especialmente en un mercado diagnóstico y clínico competitivo, donde las economías escaladas de las pruebas NGS han hecho que resulte atractivo ofrecer paneles de genes cada vez más amplios”, concluyen los expertos.
Las recomendaciones de ESMO representan un esfuerzo por armonizar y racionalizar el uso de pruebas genéticas en el cáncer de mama. Estas pautas constituyen una herramienta clave para guiar la integración del análisis genético en la oncología de rutina, promoviendo una atención más eficaz, precisa y centrada en la evidencia.
Artículo científico
Turnbull C, et al. Breast cancer germline multigene panel testing in mainstream oncology based on clinical-public health utility: ESMO Precision Oncology Working Group recommendations. Ann Oncol. 2025 Aug;36(8):853-865. doi: 10.1016/j.annonc.2025.04.012.
Fuentes
Experts recommend limiting germline genetic testing for breast cancer to seven genes. https://dailyreporter.esmo.org/news/experts-recommend-limiting-germline-genetic-testing-for-breast-cancer-to-seven-genes
