Una mayor adherencia a la dieta mediterránea se asocia a un menor riesgo de demencia, especialmente en personas con alelos APOA4 que aumentan la susceptibilidad al Alzheimer.
La enfermedad de Alzhéimer, principal causa de demencia, afecta a millones de personas en todo el mundo. La edad es el principal factor de riesgo. No obstante, otros factores, entre ellos los genéticos, pueden contribuir a su desarrollo. Por ejemplo, las personas portadoras de una copia del alelo APOE4 presentan entre tres y cuatro veces más probabilidades de desarrollar Alzheimer que aquellas no portadoras. Y en el caso de los homocigotos APOE4 —que heredan dos copias del alelo— el riesgo se multiplica hasta por 12.
La presencia del alelo APOE4 no solo aumenta la probabilidad de desarrollar Alzheimer, sino que también se asocia con alteraciones tempranas en el metabolismo lipídico y la acumulación de placas amiloides en el cerebro, dos características clave en la enfermedad.
Pero los genes no actúan de manera aislada. La interacción con factores ambientales y de estilo de vida, como la alimentación, puede modular los efectos de la predisposición genética. Lo que comemos se traduce en metabolitos que interactúan con los procesos celulares, y estos pueden amplificar o reducir la vulnerabilidad a enfermedades neurodegenerativas.
Bajo esta premisa, investigadores de la Universidad de Harvard, el Instituto Broad y el Mass General Brigham se plantearon una pregunta fundamental: ¿puede un patrón dietético saludable científicamente demostrado, como la dieta mediterránea, reducir el riesgo de demencia en personas con predisposición al Alzhéimer? Los resultados, publicados en Nature Medicine, indican que sí.

Décadas de seguimiento para desentrañar la interacción entre genes y dieta
Para determinar si la alimentación podía contrarrestar el riesgo genético de Alzheimer, los investigadores recurrieron a dos de los estudios epidemiológicos más extensos y de mayor duración en el ámbito de la salud pública. Del Nurses’ Health Study se consideró un conjunto de 4.215 mujeres a las que se había hecho seguimiento durante más de tres décadas. Como cohorte de validación se consideraron 1490 hombres del Health Professionals Follow-Up Study.
Los participantes proporcionaron información detallada sobre sus hábitos de vida y alimentación mediante cuestionarios de frecuencia alimentaria validados. Con estos datos se calcularon puntuaciones de adherencia a la dieta mediterránea, caracterizada por la abundancia de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva y pescado, junto a un consumo moderado de carne roja y procesada.
Además, el diseño del estudio fue más allá de la nutrición. Las muestras de sangre permitieron analizar datos genéticos, entre los que se incluía el genotipo APOE y puntuaciones de riesgo poligénico. En estas muestras también se determinaron más de 400 metabolitos plasmáticos detectados mediante espectrometría de masas. Finalmente, en un subgrupo de mujeres también se evaluó de forma periódica la función cognitiva a través de entrevistas telefónicas estandarizadas.
La combinación de dieta, genética y metabolómica permitió a los investigadores observar, a lo largo de décadas de seguimiento, cómo interactúan estos factores en relación con el riesgo de demencia y el mantenimiento de la función cognitiva.
Efectos de la dieta mediterránea: protección cognitiva más evidente en portadores de APOE4
Los análisis revelaron que una mayor adherencia a la dieta mediterránea se asociaba con un menor riesgo de demencia y con un mejor rendimiento cognitivo en ambas cohortes. Este efecto fue especialmente evidente en el grupo con mayor riesgo genético, los homocigotos para el alelo APOE4. En estos la dieta mediterránea no solo redujo de forma significativa la incidencia de demencia. También moduló metabolitos plasmáticos implicados en el metabolismo de lípidos y aminoácidos, procesos estrechamente vinculados a la patogénesis del Alzheimer.
En estas personas, los niveles de determinados lípidos, como los ésteres de colesterol y las esfingomielinas, mostraron asociaciones más fuertes con el riesgo de demencia. Otros compuestos como los gliceroles parecieron ejercer un efecto protector. Además, los investigadores observaron que, en portadores de APOE4, hasta un 40% de la relación entre adherencia a la dieta mediterránea y reducción del riesgo de demencia podía explicarse por cambios en los metabolitos plasmáticos relacionados con la dieta.
El estudio incorporó también un análisis de randomización mendeliana, que identificó 19 posibles relaciones causales entre metabolitos y salud cognitiva. Entre ellas destacaron los efectos protectores de carotenoides —antioxidantes presentes en frutas y verduras— y del metabolito 4-guanidinobutanoato, relacionado con la neurotransmisión inhibitoria.
La dieta mediterránea como estrategia preventiva frente a la enfermedad de Alzheimer
En conjunto, los resultados refuerzan la idea de que la dieta mediterránea puede actuar como un modulador clave del riesgo genético de enfermedad de Alzheimer, ofreciendo un margen de protección incluso en quienes presentan una predisposición hereditaria elevada.
En un escenario donde los tratamientos efectivos contra el Alzheimer siguen siendo limitados, estas conclusiones refuerzan la importancia de las intervenciones preventivas y, en particular, de la alimentación saludable como herramienta clave para proteger la salud cerebral a lo largo de la vida.
Los autores advierten, sin embargo, que el trabajo se realizó principalmente en poblaciones de ascendencia europea y con un alto nivel educativo, lo que puede limitar la extrapolación de los resultados a otros grupos. Además, la naturaleza observacional de parte de los análisis implica que las asociaciones encontradas deben confirmarse en estudios más diversos y con diseños experimentales más amplios.
Artículo científico
Liu, Y., Gu, X., Li, Y. et al. Interplay of genetic predisposition, plasma metabolome and Mediterranean diet in dementia risk and cognitive function. Nat Med (2025). https://doi.org/10.1038/s41591-025-03891-5
Fuente
Mediterranean Diet May Offset Genetic Risk of Alzheimer’s. https://www.massgeneralbrigham.org/en/about/newsroom/press-releases/mediterranean-diet-may-offset-genetic-risk-of-alzheimers
