Potencial de las pruebas genéticas antes del embarazo en parejas consanguíneas

Potencial de las pruebas genéticas antes del embarazo en parejas consanguíneas
Amparo Tolosa, Genotipia

 

La realización de pruebas genéticas preconcepcionales en parejas consanguíneas identifica gran parte del riesgo genético a transmitir enfermedades del neurodesarrollo. 

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Las pruebas genéticas de portadores pueden identificar parejas que tienen variantes genéticas comunes responsables de la misma enfermedad genética recesiva. Imagen: Genotipia.

El amplio desarrollo de la genética en los últimos años va más allá de diagnosticar enfermedades o mejorar el tratamiento para los pacientes. El conocimiento sobre la herencia de muchas enfermedades puede utilizarse también para prevenir enfermedades.

Por ejemplo, las pruebas genéticas de portadores permiten determinar si los miembros de una pareja que busca descendencia tienen variantes genéticas relacionadas con enfermedades recesivas (producidas por alteraciones genéticas en las dos copias de un mismo gen). Si ambos son portadores de este tipo de variantes en el mismo gen, existe un riesgo elevado a tener niños con una enfermedad. En ese caso se puede informar a la pareja de sus opciones reproductivas y de si es posible utilizar técnicas de reproducción asistida para evitar la enfermedad.

Las pruebas de portadores de mutaciones recesivas son comunes ya en algunas comunidades donde la frecuencia de ciertas enfermedades hereditarias es elevada. El ejemplo más conocido es el de las comunidades de judíos ashkenazi, donde es habitual realizarse pruebas de compatibilidad para evitar la transmisión de la enfermedad de Tay Sachs.

Si se considera que es posible analizar de forma simultánea múltiples variantes genéticas o genes en una misma muestra, el potencial de las pruebas preconcepcionales para identificar parejas en riesgo de transmitir enfermedades genéticas se extiende mucho más. Hasta el momento, sin embargo, no se había cuantificado en detalle la utilidad clínica de este tipo de análisis extendido.

Investigadores de la Universidad de Zurich han abordado esta cuestión en un reciente estudio, publicado en npg Genomic Medicine, con resultados significativos, especialmente para las parejas consanguíneas. En este tipo de parejas, que comparten vínculos biológicos, y por tanto material hereditario, las pruebas extendidas podían detectar cerca de la mitad de las parejas con riesgo genético a tener descendencia afectada por un trastorno del neurodesarrollo.

Los investigadores utilizaron la información genética de 700 progenitores de niños con niños afectados por trastornos del neurodesarrollo y, de forma ciega, analizaron más de 3000 genes asociados a enfermedades recesivas o ligadas al cromosoma X. Mediante esta aproximación pudieron determinar en cuántos casos una prueba preconcepcional podría haber detectado el riesgo genético a transmitir una de estas enfermedades.

“En nuestro estudio fuimos capaces de mostrar que este tipo de prueba genética de amplio espectro puede detectar el riesgo del niño a tener un trastorno grave del desarrollo en alrededor de un 44% de los casos si los padres están relacionados por sangre, como por ejemplo ocurre en primos primeros o segundos”, señala Anita Rauch, directora del Instituto de Genética Médica de la Universidad de Zurich e investigadora principal del estudio.

Al utilizar la máxima cobertura en número de variantes asociadas a trastornos del neurodesarrollo los investigadores fueron capaces de detectar factores de riesgo genético en 44% de las parejas consanguíneas. En el caso de las parejas no consanguíneas, la capacidad de detección es mucho menor, alcanzando en el mejor de los casos un 5%. Esto es debido en parte a que, en los descendientes de parejas no consanguíneas las mutaciones de novo, no transmitidas por los padres, tienen un impacto mayor. En parejas consanguíneas, el riesgo a compartir alelos recesivos es mayor debido al vínculo biológico.

Los resultados del estudio indican que la realización de pruebas preconcepcionales puede tener utilidad clínica en parejas consanguíneas. “Si se detecta que una pareja tiene riesgo de tener niños con trastornos del neurodesarrollo serán conscientes y capaces de decidir si tener o no niños juntos, o considerar el diagnóstico prenatal o preimplantacional”, indica la Dra. Rauch.

El potencial de la estrategia depende de la selección de variantes a identificar en la prueba. En el estudio, los mejores resultados fueron obtenidos al considerar el cribado expandido de portadores más amplio, el nivel 4 de los considerados por el Colegio Americano de Genética Médica y Genómica, ofrecido por laboratorios moleculares y más completo que el recomendado por la Institución. Los investigadores defienden que, en el caso de parejas consanguíneas, la utilización de una prueba que cubra más variantes genéticas recesivas puede facilitar la identificación de más parejas en riesgo a tener descendencia afectada por trastornos del neurodesarrollo. En el caso de las parejas no consanguíneas, donde el valor predictivo es mucho menor, deberían valorarse las ventajas y desventajas de la estrategia, antes de tomar una decisión.

Referencia: Boonsawat, P., Horn, A.H.C., Steindl, K. et al. Assessing clinical utility of preconception expanded carrier screening regarding residual risk for neurodevelopmental disorders. npj Genom. Med. 7, 45 (2022). https://doi.org/10.1038/s41525-022-00316-x

Fuentes: Genetic Testing Before Pregnancy Detects up to Half of the Risk. https://www.news.uzh.ch/en/articles/media/2022/Genetic-Testing.html

 

 

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