Genética Médica News

Un equipo del CNIC descubre un nuevo factor de riesgo cardiovascular e identifica un fármaco capaz de reducir sus efectos

Dos estudios realizados en el CNIC aportan información relevante sobre un nuevo factor de riesgo cardiovascular, la hematopoyesis clonal, y su tratamiento con un fármaco ancestral, la colchicina

El trabajo publicado en Nature Medicine resuelve un debate clave en la comunidad médica: desvela que las personas con mutaciones ligadas a hematopoyesis clonal tienen más probabilidades de desarrollar aterosclerosis en los siguientes años

En colaboración con el Broad Institute (EE.UU.), el equipo del CNIC ha descubierto también que un fármaco, la colchicina, tiene el potencial de mitigar la enfermedad cardiovascular causada por la hematopoyesis clonal asociada a mutaciones en el gen TET2. Los resultados se publican en European Heart Journal.

A los ya conocidos factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial alta, el colesterol elevado, la diabetes, la obesidad y el sobrepeso, el tabaquismo y la inactividad física, habrá que añadir uno nuevo: la hematopoyesis clonal. La hematopoyesis clonal está provocada por mutaciones adquiridas en células madre sanguíneas. Se sabía que este fenómeno está asociado a un mayor riesgo cardiovascular, pero hasta ahora no se había definido si es causa o consecuencia de la enfermedad cardiovascular. Ahora un nuevo estudio publicado en Nature Medicine y realizado por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) resuelve un debate clave en la comunidad médica: la hematopoyesis clonal es una nueva causa de aterosclerosis, la formación de lesiones en la pared arterial que subyace a la mayoría de los trastornos cardiovasculares.

Además, en un segundo estudio, publicado en European Heart Journal, los investigadores del CNIC proponen una medicina ancestral, la colchicina, como una estrategia personalizada para mitigar los efectos de la hematopoyesis clonal asociada a mutaciones adquiridas en el gen TET2. Los resultados de estas dos importantes investigaciones se han presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología que se celebra en Londres (Reino Unido).

Mutaciones adquiridas en sangre: una nueva causa de aterosclerosis

Se sabe que una persona adulta genera diariamente cientos de miles de millones de células sanguíneas, lo que conlleva la acumulación de mutaciones en el ADN de dichas células. Estas mutaciones se denominan somáticas y son adquiridas, no heredadas. “Aunque la mayoría de ellas son inocuas, algunas confieren a las células afectadas una ventaja competitiva que les permite expandirse progresivamente, generando poblaciones clonales de células sanguíneas mutantes, fenómeno que se conoce como hematopoyesis clonal”, explica José Javier Fuster, líder de la investigación publicada en Nature Medicine, para la que ha contado con apoyo de la Fundación “la Caixa”.

A pesar de que estas mutaciones se habían propuesto ya como un posible nuevo factor de riesgo cardiovascular, la naturaleza exacta de la relación entre hematopoyesis clonal y enfermedad cardiovascular no estaba clara. Señala José Javier Fuster, coordinador del Programa `Nuevos Mecanismos de la Aterosclerosis’ del CNIC, que algunos estudios “sugieren que las mutaciones somáticas ligadas a la hematopoyesis clonal contribuyen directamente a la enfermedad cardiovascular al acelerar el desarrollo de la aterosclerosis. En cambio, otros proponen que, en realidad, la aterosclerosis causa la hematopoyesis clonal al aumentar la proliferación de células madre sanguíneas, lo que conduce a una mayor proporción de células sanguíneas mutantes”.

Investigadores que han participado en uno de los estudios que analizanel papel de la hematopoyesis clonal en aterosclerosis e identifican un tratamiento de precisión para algunos pacientes
Investigadores del CNIC que han participado en uno de los estudios que analizan el papel de la hematopoyesis clonal en aterosclerosis e identifican un tratamiento de precisión para algunos pacientes publicado en la revista European Heart Journal. De izda. a dcha.: Marta Amorós Pérez, Beatriz L. Ramos-Neble, Rosa Moro, Marian Zuriaga y José Javier Fuster. Imagen: CNIC.

Relación entre hematopoyesis clonal y aterosclerosis

En el estudio publicado en Nature Medicine se aclara la relación entre hematopoyesis clonal y aterosclerosis. Para ello se realizó un estudio longitudinal utilizando datos del estudio PESA-CNIC-Santander (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis). PESA es un estudio prospectivo de más de 4.000 participantes de mediana edad aparentemente sanos que han sido examinados periódicamente con tecnologías avanzadas de imagen desde 2010 para detectar la presencia y el desarrollo de aterosclerosis.

PESA es el resultado de una colaboración entre el CNIC y el Banco Santander. “El estudio PESA ya ha hecho contribuciones muy importantes a nuestro conocimiento de la enfermedad cardiovascular y su naturaleza longitudinal y características únicas proporcionaron un marco ideal para llevar a cabo este importante estudio sobre la relación entre la hematopoyesis clonal y la aterosclerosis”, asegura Valentín Fuster, director general del CNIC, investigador principal de PESA y colíder del estudio.

El equipo utilizó técnicas de secuenciación de ADN de alta sensibilidad para detectar mutaciones somáticas en muestras de sangre y técnicas de imagen no invasiva para evaluar la presencia y progresión de la aterosclerosis. “Este trabajo ha sido un esfuerzo multidisciplinar, en el que han participado científicos básicos y cardiólogos, así como expertos técnicos de las Unidades de Bioinformática, Genómica y Ensayos Clínicos del CNIC”, señala José Javier Fuster.

Los resultados del estudio son claros: las personas con mutaciones ligadas a hematopoyesis clonal al inicio del estudio tenían más probabilidades de desarrollar aterosclerosis en los siguientes años. Sin embargo, la presencia o la extensión de la aterosclerosis no influyeron en la expansión de las células sanguíneas mutadas. “Estos datos indican que estas mutaciones contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis, pero no son una consecuencia de ella”, explica Miriam Díez-Díez, primera autora del artículo. “No podemos descartar, sin embargo, que otras condiciones, como la herencia genética o el estilo de vida, puedan modular los efectos de la hematopoyesis clonal, una posibilidad que sin duda se examinará en un futuro próximo”, añade Beatriz L. Ramos-Neble, co-primera autora. 

Para los investigadores, las implicaciones clínicas son evidentes. La hematopoyesis clonal es un nuevo factor de riesgo cardiovascular, completamente diferente de los factores de riesgo tradicionales estudiados en las últimas décadas. De ahí que resulte prometedor para el desarrollo de nuevas estrategias de prevención de las enfermedades cardiovasculares. “Al demostrar que las mutaciones ligadas a hematopoyesis clonal preceden y contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis, nuestra investigación sugiere que atacar los efectos de estas mutaciones somáticas podría ayudar a prevenir la enfermedad cardiovascular”, subraya José Javier Fuster.

El segundo estudio de los investigadores del CNIC, publicado en European Heart Journal, sienta las bases para ello.

Un fármaco ancestral para la prevención del último factor de riesgo cardiovascular

De entre las mutaciones ligadas a hematopoyesis clonal, las mejor caracterizadas son las que afectan al gen TET2. En un estudio de 2017 de José Javier Fuster, publicado en Science, se demostró que las mutaciones en este gen aceleran el desarrollo de aterosclerosis en modelos animales al provocar respuestas inflamatorias exacerbadas en la pared de las arterias. En el nuevo estudio, publicado en European Heart Journal, el grupo de José Javier Fuster, en colaboración con el grupo de Pradeep Natarajan, del Broad Institute en Boston, propone que los efectos adversos de las mutaciones en TET2 sobre la salud cardiovascular podrían mitigarse con un fármaco antiinflamatorio, la colchicina. 

Con estudios en modelos animales, los investigadores del CNIC demostraron que el tratamiento con colchicina atenúa las respuestas inflamatorias y el desarrollo de aterosclerosis en animales con células mutantes en TET2, haciéndolos comparables al de animales no mutantes. En paralelo, los análisis realizados en el Broad Institute demostraron que el riesgo de tener un infarto cardíaco se ve atenuado en personas con mutaciones en TET2 tratadas con colchicina para otras enfermedades.

 Ilustración de los principales hallazgos de los investigadores del CNIC. La hematopoyesis clonal y la expansión de células sanguíneas portadoras de ciertas mutaciones adquiridas representan una nueva causa de aterosclerosis y enfermedad cardiovascular, no una consecuencia de esta. Los efectos de algunas de estas mutaciones pueden atenuarse con un fármaco antiinflamatorio de origen vegetal, la colchicina, lo que sienta las bases de posibles estrategias de medicina personalizada.
Ilustración de los principales hallazgos de los investigadores del CNIC. La hematopoyesis clonal y la expansión de células sanguíneas portadoras de ciertas mutaciones adquiridas representan una nueva causa de aterosclerosis y enfermedad cardiovascular, no una consecuencia de esta. Los efectos de algunas de estas mutaciones pueden atenuarse con un fármaco antiinflamatorio de origen vegetal, la colchicina, lo que sienta las bases de posibles estrategias de medicina personalizada. Imagen: CNIC.

La colchicina es un fármaco de origen vegetal, presente en plantas medicinales usadas desde hace miles de años en medicina tradicional. Se utiliza frecuentemente como antiinflamatorio en otras patologías como la gota. “Lo más destacable es que se trata de un medicamento muy barato, accesible en casi todo el mundo, y ya aprobado para prevenir la enfermedad cardiovascular por la Agencia Europea del Medicamento y la Americana (FDA), lo que facilitaría su uso para prevenir el riesgo cardiovascular en personas con mutaciones en TET2”, subraya Mª Ángeles Zuriaga, primera autora del estudio y responsable de los estudios experimentales en el CNIC.

José Javier Fuster destaca asimismo la importancia del estudio en el campo de la medicina personalizada: “En hematopoyesis clonal nos encontramos con que cada gen mutado actúa mediante unos mecanismos diferentes y, por lo tanto, probablemente se requieran intervenciones diferentes para paliar sus efectos. Este estudio pone la primera piedra para usar la colchicina como tratamiento personalizado en personas portadoras de mutaciones en TET2, pero serán necesarios nuevos ensayos clínicos para demostrar su eficacia de forma concluyente”.

El estudio PESA está cofinanciado por el CNIC y el Banco Santander. Estos proyectos han sido además financiados por el Ministerio de Ciencia, Innovación e Universidades (PLEC2021-008194), el CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), la Fundación “la Caixa” (LCF/PR/HR17/52150007; LCF/PR/HR22/52420011) y la Fundación “La Marató TV3” (202314-31).

Artículos científicos:

Díez-Díez M, Ramos-Neble BL, et al. Unidirectional association of clonal hematopoiesis with atherosclerosis development. Nat Med. 2024 Aug 30. doi: https://doi.org/10.1038/s41591-024-03213

Zuriaga MA, et al. Colchicine prevents accelerated atherosclerosis in TET2-mutant clonal haematopoiesis. Eur Heart J. 2024 Aug 30:ehae546. doi: https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehae546

Si te ha gustado esta noticia y quieres aprender más sobre Genética en Medicina, te interesa nuestra formación, como el Máster de Medicina de Precisión y Genética Clínica“, o el “Experto Universitario en Cardiogenética“.

Categorías
Cursos relacionados

Contacto

¿Quieres publicar con nosotros? ¿Tienes dudas?
Contacta con nosotros de la manera que prefieras y te responderemos a la mayor brevedad.

Scroll al inicio
Abrir chat