Genética Médica News

Con una población cada vez más longeva, y especialmente, más envejecida, cada vez resulta más clara la necesidad de diseñar estrategias para mejorar la esperanza de vida saludable y con ella la calidad de vida de las personas de mayor edad.

A lo largo de los últimos dos días el Longevity World Forum, celebrado en el Palacio de Congresos de Valencia, ha tratado precisamente esta necesidad, abordando, desde una visión multidisciplinar, cómo podemos vivir más y mejor. Más de 20 profesionales de diferentes áreas han intervenido en este foro internacional para favorecer un intercambio de conocimiento sobre longevidad y calidad de vida sin precedentes. Entre ellos destacan Ángela Nieto, directora de la Unidad de Neurobiología del Desarrollo del Instituto de Neurociencias de Alicante UMH-CSIC, María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, Aubrey de Grey, biogerontólogo fundador de la organización estadounidense SENS Research Foundation y José Viña y Federico Pallardó, catedráticos de Fisiología en la Universitat de València, entre otros.

“Se trata de una apuesta arriesgada, pero necesaria para disfrutar de mejor calidad de vida. Hacerlo a partir del conocimiento científico aporta mayor seguridad”, afirmaba Maite Girau, regidora de Deportes y Salud, que inauguró oficialmente el encuentro en representación del Ayuntamiento de Valencia.

En la primera sesión del congreso, “Genómica de la Longevidad” se presentaron algunos de los mecanismos biológicos que llevan al envejecimiento y desarrollo enfermedades asociadas a la edad, como la activación de programas moleculares embrionarios y la alteración de procesos epigenéticos o telómeros. Conocer estos mecanismos ayuda a entender cómo envejecen los seres humanos y diseñar estrategias que podrían tener potencial para retrasar la vejez o, especialmente, tratar patologías relacionadas con el envejecimiento. “No se puede tratar directamente el envejecimiento, pero sí tratar las enfermedades que van apareciendo como consecuencia de este proceso natural”, comentaba María Blasco.

En la segunda sesión del congreso se habló sobre cómo el papel de la dieta, la nutrición y el ejercicio físico pueden influir en la salud y calidad de vida y en la prevención o desarrollo de las enfermedades neurodegenerativas. Intervenciones sobre estos factores ambientales pueden tener un papel muy relevante en cómo se envejece.

La tercera sesión del congreso estuvo enfocada en la medicina P4 (preventiva, predictiva, personalizada  y participativa). A lo largo de esta sesión se presentó cómo la información genómica puede informar sobre cómo envejece cada persona, así como su sensibilidad o respuesta a ciertos fármacos. Dado que conforme aumenta la edad aumenta la probabilidad de necesitar un mayor número de fármacos para tratar las diferentes patologías que van apareciendo, la farmacogenética y la interacción entre fármacos adquieren una gran importancia en la correcta prescripción de tratamientos.

En la última sesión, titulada “Tecnologías y biomarcadores en longevidad” se presentaron algunas de las tecnologías que facilitan la investigación y estudio en longevidad, así como el desarrollo de biomarcadores que informen sobre el proceso de envejecimiento, basados bien en la metilación del ADN o en el análisis de telómeros.

Cada una de las sesiones fue acompañada de una mesa redonda en la que se analizaron temas relacionados como son: los retos y mitos en la predicción de la edad genéticas, cómo lograr un envejecimiento saludable, nubes de datos de información en salud personal, o el papel de los  laboratorios, farmacias, clínicas y hospitales en todo el desarrollo de la medicina de precisión. En cada una de las mesas redondas intervinieron expertos en la materia que abordaron los diferentes aspectos del envejecimiento y longevidad con gran participación de los asistentes.

Una de las ideas más interesantes planteadas en el congreso fue la necesidad de tener un mayor número de geriatras, profesionales médicos especializados en las enfermedades propias de la vejez. También se comentó repetidamente la necesidad de que los profesionales médicos tengan conocimientos sobre genética, recordando la ausencia de una especialidad de Genética Médica. En este último aspecto se llegó a un consenso de que aunque es necesario que los médicos, que son los que pueden prescribir medicamentes, tengan un conocimiento básico de genética, la medicina del futuro será una medicina integrativa y multidisciplinar, que necesitará de la experiencia de profesionales en diferentes áreas (medicina, biología, bioquímica, física, ingeniería…). De este modo se podrá abordar mejor el diagnóstico y cuidado del paciente.

“La idea es aportar una perspectiva multidisciplinar e implicar, también, a toda la sociedad. Además, deseo que las conclusiones puedan llegar a las administraciones, porque es fundamental que desde las políticas públicas tengamos en cuenta todos esos avances”, ha concluido Maite Girau.

El Longevity World Forum 2018 se ha celebrado en un ambiente de dialogo en el que ciencia, tecnología y sociedad han estado presentes en todo momento empezando a perfilar la idea de que “combatir el envejecimiento como un problema médico será posible en un futuro próximo” que presentaba también Aubrey deGrey en su ponencia.

Los organizadores del Longevity World Forum han manifestado su satisfacción por la buena acogida de su estreno y por haber cumplido el objetivo de “trasladar un tsunami de conocimiento” en beneficio de la sociedad en general. Además, han confirmado una segunda edición en noviembre del próximo 2019 con el objetivo de consolidar la cita como un encuentro anual de carácter internacional.