El CIBER recibe una ayuda para desarrollar un medicamento contra la COVID-19 basado en la proteína receptora del virus

Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER)

 

  • El proyecto busca diseñar variantes de la proteína ACE2 con gran afinidad por SARS-CoV-2 que administradas en grandes cantidades a los pacientes actúen como señuelo inhibiendo la entrada del coronavirus a la célula
  • El proyecto recibirá 125.000€ de la convocatoria de ayudas urgentes lanzada por el Instituto de Salud Carlos III

 

El CIBER ha recibido una nueva ayuda del Fondo COVID-19 concedida por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) para apoyar un proyecto de diseño de variantes del receptor del virus SARS-CoV-2, la proteína ACE2, que puedan ser utilizadas como medicamento contra la COVID-19.

El proyecto -que ha obtenido una ayuda de 125.000€ – ha sido presentado en el marco de la convocatoria del ISCIII de solicitud urgente de expresiones de interés para la financiación extraordinaria de proyectos de investigación sobre SARS-CoV-2 y COVID-19.

El virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, se introduce en las células humanas gracias a un enzima denominado ACE2, muy abundante en las células pulmonares. Este enzima, que juega un papel crítico en el control de la presión arterial, se localiza en las membranas exteriores de las células. El virus utiliza una proteína que tiene en sus espículas o púas exteriores (la proteína S) como llave para unirse a la proteína ACE2 e introducirse en la célula.

ACE2 soluble como medicamento anti-COVID-19

De izquierda a derecha, en primera fila, Alberto Marina, Santiago Ramón y Jerónimo Bravo. Detrás, Fernando Gil, José Luis Llácer, Vicente Rubio, Ignacio Fita y Clara Marco. Imagen: CIBER.

El estudio, liderado por Alberto Marina y Vicente Rubio, investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) en el Instituto de Biomedicina de Valencia del CSIC (IBV-CSIC), “busca diseñar variantes de la proteína ACE2 inactivas, solubles y con gran afinidad por SARS-CoV-2 que administradas en grandes cantidades a los pacientes actúen como señuelo inhibiendo la entrada del coronavirus a la célula sin producir ningún otro tipo de efecto biológico” han asegurado los investigadores.

Partiendo del conocimiento de la estructura tridimensional de ACE2 en complejo con la proteína S del SARS-CoV-2, el equipo de investigación diseñará variantes de la forma soluble de ACE2 con gran avidez por SARS-CoV-2 y por lo tanto con capacidad mejorada de bloqueo. Asimismo, el proyecto pretende que las variantes del enzima diseñadas sean catalíticamente inactivas y tengan una elevada estabilidad para evitar efectos secundarios en los niveles de tensión arterial de los pacientes tratados con ACE2. De este modo esperan poder fabricar un superseñuelo que desvíe al virus de su interacción con la célula, por su abundancia, por su gran afinidad por el virus, por su estabilidad y por no estar ligado a membrana, evitando así que el virus infecte.

En paralelo se estudiará la capacidad de unión de SARS-CoV-2 a las diferentes variantes de la proteína ACE2 presentes en la población mundial. Estos estudios podrían arrojar luz sobre la diferente susceptibilidad a la infección observada entre individuos.

En el proyecto participarán todos los miembros del grupo del CIBERER que lidera Alberto Marina, entre los que se incluye José Luis Llácer, Clara Marco y Nadine Gougeard. Además, colaborarán estrechamente los grupos de ingeniería de proteínas del IBV-CSIC liderados por Jerónimo Bravo y José Luis LLácer, así como, para los estudios celulares de entrada del virus, el Grupo de Virología Médica de la Universitat de València dirigido por Jesús Rodríguez.

 

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